A Josué N. Morales.
Por la razones que ahora desconozco.
Hay cosas que simplemente permanecen en su sitio.
Las ausencias algunas veces son provocadas sin darnos cuenta de inmediato.
Hemos fallado mientras juramos naufragar en la próxima tormenta.
Hay silencios que se penetran donde más duele la distancia.
Hay silencios que nos despiertan todas las madrugadas y duelen todavía más.
Ya no es necesario preguntar lo qué pasa y lo qué no.
Las señales son claras
y no es necesario marcar los días o darle vuelta al reloj
para esperar a que vengas como aguacero enfurecido.
Hay un vacío muy profundo en mí. Ya no sé descifrar los artilugios que a veces envías en señal de paz.
Nada va quedando entre nosotros, ni la ausencia
ni lo prometido, ni la desnudez de todas las noches, ni una voz que te pronuncia , nada. Nada en absoluto va quedando entre ambos.
Entre vos y yo a penas un leve reflejo.
© Karen Valladares.
Poemario ninguna tarde azul
Inédito.
Las ausencias algunas veces son provocadas sin darnos cuenta de inmediato.
Hemos fallado mientras juramos naufragar en la próxima tormenta.
Hay silencios que se penetran donde más duele la distancia.
Hay silencios que nos despiertan todas las madrugadas y duelen todavía más.
Ya no es necesario preguntar lo qué pasa y lo qué no.
Las señales son claras
y no es necesario marcar los días o darle vuelta al reloj
para esperar a que vengas como aguacero enfurecido.
Hay un vacío muy profundo en mí. Ya no sé descifrar los artilugios que a veces envías en señal de paz.
Nada va quedando entre nosotros, ni la ausencia
ni lo prometido, ni la desnudez de todas las noches, ni una voz que te pronuncia , nada. Nada en absoluto va quedando entre ambos.
Entre vos y yo a penas un leve reflejo.
© Karen Valladares.
Poemario ninguna tarde azul
Inédito.
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