Se fuga la isla. Y la muchacha vuelve a escalar el viento y a descubrir la muerte del pájaro profeta. Ahora es el fuego sometido. Ahora es la carne ..la hoja ..la piedra perdidas en la fuente del tormento como el navegante en el horror de la civilización que purifica la caída de la noche. Ahora la muchacha halla la máscara del infinito y rompe el muro de la poesía.
Signos
Todo hace el amor con el silencio. Me habían prometido un silencio como un fuego, una casa de silencio. De pronto el templo es un circo y la luz un tambor.
Sombras de los días a venir
a Ivonne A. Bordelois
Mañana me vestirán con cenizas al alba, me llenarán la boca de flores. Aprenderé a dormir en la memoria de un muro, en la respiración de un animal que sueña.
Te hablo
Estoy con pavura. hame sobrevenido lo que más temía. no estoy en dificultad: estoy en no poder más.
No abandoné el vacío y el desierto. vivo en peligro.
tu canto no me ayuda. cada vez más tenazas, más miedos, más sombras negras.
Tiempo
A Olga Orozco
Yo no sé de la infancia más que un miedo luminoso y una mano que me arrastra a mi otra orilla.
Mi infancia y su perfume a pájaro acariciado.
ahora en esta hora inocente yo y la que fui nos sentamos en el umbral de mi mirada
Los trabajos y la noche
para reconocer en la sed mi emblema para significar el único sueño para no sustentarme nunca de nuevo en el amor
he sido toda ofrenda un puro errar de loba en el bosque en la noche de los cuerpos
para decir la palabra inocente
SOLAMENTE
ya comprendo la verdad
estalla en mis deseos
y en mis desdichas en mis desencuentros en mis desequilibrios en mis delirios
Tu cabello es de humo dorado, una copa con un jugo encendido, un caracol de ondeado vidrio, una flor de bronce tímido.
Tu pelo existe, tiembla suavemente cuando mi mano llega a su rocío, cuando lo beso entusiasmado, cuando llora como los niños.
Tu cabello es un odre con frío, una estrella dulce, un pistilo que lucha por ser lirio.
Es una paloma convertida en durazno, una corona que alumbra con sus cirios y que calienta la sangre como el vino.
CARTA DESDE TORREMOLINOS
Un laurel es tu mano entre mi mano y agua unitiva el río de tu brazo, ansias somos unidas por un lazo tenso de resistir y cotidiano.
El roce de tus labios no fue en vano y para comprobarlo te doy plazo: sobre mi pecho de hombre está tu trazo y tu aliento a mi boca está cercano.
Mujer ausente y todopoderosa no deseo olvidar tu cuerpo fino, ni tu caricia misericordiosa.
Amo tu risa de fulgente lino y al recordarte ahora, dolorosa se me vuelve la sangre y agrio el vino.
EL FUEGO
Frotó el indio la yesca, el pedernal, el pino con otro pino viejo, la madera, las hojas de roble, la corteza de los ceibos caídos, el cuerpo del animal salvaje, el carbón mineral endurecido.
El mundo cambió entonces otro espejo movible que no era el del agua, alzó su brazo rojo en la espesa maleza, en el ámbito crudo de miles de años a la sombra, iluminados solamente por el rayo o por el centelleo de los lúcidos ojos de las fieras.
Tú te callaste entonces viendo crecer la lengua clarísima, la llama que levantó su lanza, su corona de espinas y que lamió la noche como animal salvaje. Ante tu limpio rostro de indígena doncella nacía otro milagro: el milagro del fuego.
EL NOMBRE DE LA PATRIA
Mi patria es altísima. No puedo escribir una letra sin oír el viento que viene de su nombre. Su forma irregular la hace más bella porque dan deseos de formarla, de hacerla como a un niño a quien se enseña a hablar, a decir palabras tiernas y verdaderas, a quien se le muestran los peligros del mundo.
Mi patria es altísima. Por eso digo que su nombre se descompone en millones de cosas para recordármela. Lo he oído sonar en los caracoles incesantes. Venía en los caballos y en los fuegos que mis ojos han visto y admirado. Lo traían las muchachas hermosas en la voz y en una guitarra.
Mi patria es altísima. No puedo imaginármela bajo el mar o escondiéndose bajo su propia sombra. Por eso digo que más allá del hombre, del amor que nos dan en cucharadas, de la presencia viva del cadáver, está ardiendo el nombre de la patria.
EL ROSTRO
De tu rostro purísimo y resplandeciente surge una luz silenciosa que todo lo desnuda, descubre paraísos y mares de ceniza, oculta sombras con su bella campana y vuela como un pájaro. Olvidar tu rostro es ahogar el corazón, tratar de ignorarlo es vivir a ciegas, dando tumbos; no es necesario volver a decir que tu rostro nos promete un reino en un universo inmóvil y destruido.
ESCRITO EN PIEDRA
Yo vi, joven señora, su bello cuerpo entre las piedras como una orquídea.
No había fuego entonces al servicio del hombre, ni dúctiles metales mostraban al asombro del primitivo ser sus formas.
Andábamos descalzos como niños, desnudos como peces en el agua y corríamos libres como ágiles leopardos
Era el año dos mil o cuatro mil antes de Jesucristo. Las tribus combatían con pedernales, con piedras y cuchillos.
Antes de ir al combate pinto estos signos en la pared antigua de una cálida cueva, junto a otros símbolos que mis antepasados en ocasiones similares escribieron.
Ignoro quién recogerá estas frases. Es posible que entonces no seamos, tú y yo, ni estática ceniza ni barro sumergido. Desde mi monarquía compartida, te recuerdo. Y si volvieras a nacer te prometo que siempre serías, como ahora lo eres, mi mujer y mi reina.
II
En la mesa veo frutas, agua en los cántaros, peces con los ojos abiertos en las cuerdas del patio, el maíz calentándose en los cuartos.
El cazador soy yo, el cazador que sale en la noche a buscar el alimento diario, las hojas para el lecho, la fibra para el manto, la flor para tu pelo, la piel para el zapato.
Hoy te traigo una flor selvática, una luna caída, un perfume barato, yo quiero que la pongas en tu pecho blanquísimo, en tu seno cubierto con cuero de venado.
Eso te traigo ahora, compañera mía, ojo para mi llanto.
III
Para ti las fúlgidas naranjas, la dura carne de las ciruelas, el azúcar mojado de la piña, la suavísima daga del plátano, la invicta blancura de la caña, el agua limpia del cocotero, el vello niño del durazno, la división de la guanábana, la aristocracia de la manzana y la tristeza de la guayaba.
Para ti todo eso con la mano que recoge en el monte la fruta, la deja en la mesa de cedro y la corta todas las mañanas.
FORMAS DEL AMOR
"Niña invicta, te he visto ya en las onzas españolas" Medardo Mejía
Mis manos tocan, niña mía, tu rumorosa piel, tu dulcísima carne que tranquilos ángeles habitan, tu cabellera suave, tu corazón pequeño.
Oye la campana del día apagando el luto de la noche mira la luz que silenciosamente nos cubre, mira el cielo: ese jardín sobre tu pecho; respira el aire quieto que el ruiseñor anuncia con su lanza, conduce tu desamor a un lago sepultado y háblame con tus labios excelsos.
Llegué a sentir sobre las manos el agua efímera, el verano derribando sus torres, el abismo cerrando sus ventanas, el fruto abandonado, el mar abriéndose las venas, el fuego hundido, hasta que tú, niña mía, perfecta virgen repetida, me entregaste tu rostro.
Veo de cerca la copa confusa de las aguas, busco tu claro nombre entre las rosas, tu dulzura en la esencia de los árboles, tu vigilia en el beso, tu olor en los duraznos, tu luz en el rocío y me doy cuenta sorprendido que todo me lo traes, niña mía, con tu mano sagrada.
LA ESTRELLA
Sobre mi pecho abatido por los golpes está tu estrella tibia, dolorosamente azul, diríase un cielo toda ella. No quiebra el agua su perfecta dulzura, su sencillez es transparente y tiene el uniforme brillo de la lluvia alta. Déjame este lucero, este cuerpo celeste sembrando sobre mi pecho lleno de golpes, estás ya tan humilde que tu nombre se puede decir con respeto y con pequeñas letras de amor, dios mío.
LOS AMANTES
Los amantes se tienden en el lecho y suavemente van ocultando las palabras y los besos. Están desnudos como niños desvalidos y en sus sentidos se concentra el mundo. No hay luz y sombra para sus ojos apagados y la vida no tiene para ellos forma alguna.
La hermosa cabellera de la mujer puede ser una rosa, el agua tibia o un surtidor enamorado. El fuego es solamente un golpe oscuro. Los amantes están tendidos en el lecho.
LLEGAR A TI...
Llegar a ti, entonces, es buscar la voz de un niño entre las multitud, recoger el miedo interminable que origina un viento nocturno, iluminar el amor con una lámpara de primitivo y de dulce aceite, tocar con los dedos un pájaro de azúcar que besa el cuello de las mujeres, limitar la invasión de la nieve que llega con sus armaduras de frío y verte tranquilo y reposado quemando el intacto silencio.
asilo bajo mis huellas todo este día
sus sordas francachelas mientras la carne cae
hendiendo sin temor ni viento favorable
guantílopes del sentido y el absurdo transcurren
tomados por los gusanos por lo que en verdad son
POR AHÍ
por ahí
un grito lejano
para alguien
tan pequeño
bellos narcisos
luego marzo
entonces desde ahí
narcisos
otra vez
luego marzo
otra vez
para alguien
tan pequeño
SERENA III
fija estos garabatos de hermosura en la paleta
nunca se sabe si esto puede ser el final
o déjala ella es paraíso y más tarde en el globo
de tus ojos hímenes de felpa
o sobre Puente Butt Sonroja de vergüenza
el mixto declinar de esas ubres
alza tu luna tuya y solamente tuya
arriba arriba arriba hacia la estrella del atardecer
desvanecido encima de un clavel todo nuevo
en el arco-gasómetro que hay en Misery Hill¹
desvanecido en la púrpura y pequeña
casa de la oración
corazón de María alguna cosa
Bull y Pool² Suplicante que no se encontrarán
en este mundo al menos
mientras que partes lejos en medio de los fustes que caracolean
corre desesperadamente sobre el Puente Victoria ésa es la idea
aminora la marcha anda furtivamente Ringsend Road abajo
Irishtown Sandymount³ titubea halla el Fuego del Infierno
Apartamentos Merrion señalados por un trillón de sigmas
El Dedo de Jesucristo Hijo de Dios el Salvador
muchachas sorprendidas mientras se desnudaban ésa es la idea
sobre el rompevientos y olas en el Bootersgrad
el pánico que provoca la marea en las pardas gaviotas
las arenas se mueven en tu corazón cálido
no no te detengasocúltate tú mismo pero en la Roca
no te detengas
(Versión de Jenaro Talens)
VIENEN...
vienen
diferente e iguales
con cada una es diferente y es igual
con cada una la ausencia de amor es diferente
con cada una la ausencia de amor es igual
vienen
diferentes e idénticas
con cada una es diferente y es lo mismo
con cada una la ausencia de amor es diferente
con cada una la ausencia de amor es la misma
BEBE SOLO...
bebe solo come quema fornica revienta solo como antes
los ausentes ya muertos los presentes apestan
saca tus ojos vuélvelos sobre las cañas
discuten quizás ellos y los ays
no importa existe el viento
y el estado de vela
(Versión de Jenaro Talens )
MÚSICA DE LA INDIFERENCIA
música de la indiferencia
corazón tiempo aire fuego arena
del silencio desmoronamiento de amores
cubre sus voces y que
no me oiga ya
callarme
QUISIERA QUE MI AMOR MURIESE...
quisiera que mi amor muriese
y que lloviera sobre el cementerio
y las callejas por las que camino
llorando a aquella que creyó que amaba
CANCIÓN
Vejez es cuando a un hombre
arrimado al fuego de la chimenea
temblando a causa de las brujas
para poner el cazo sobre el lecho
y traerle su ponche
viene ella en las cenizas
quien amada no pudo ser vencida
o vencida no amada
o alguna otra aflicción
viene con las cenizas
como en esa luz vieja
el rostro en las cenizas
aquella vieja luz de las estrellas
en la tierra otra vez.
corazón, qué oquedad,
y dentro cuánta suciedad
dormir hasta la muerte
nos cura siempre
ven a aliviar
esta vida este mal
¿La esperanza?, un bribón, el más grande embustero,
hasta que la perdí, no supe de la felicidad.
Copiaré del infierno en la puerta del cielo:
dejad toda esperanza los que entráis.
Pide al todo-lo-cura, al todo-lo-consuela pensamiento
solaz y salvación para el dolor que os donó con esfuerzo
Recorriendo en vano la tierra de las ocho islas he buscado sin frutos una esposa. Cuando en Kasuga, y bajo un cielo primaveral escuhé acerca de una belleza refinada. Epujé la puerta de ciprés de la casa inmersa en la esplendida floresta y entré. Toqué sus pies. La hice mi esposa. Tomé su cabeza. Como mi mujer la tomé. Me rodeó con sus brazos y yo, a cambio, lo mismo le hice con los míos. ¡Con nuestros brazos enlazados como enredaderas caímos ondulantes y, pasado el tiempo, dormimos dulcemente hasta que un gallo cantó en la campiña! -¿Es un ave en el páramo o un faisán el que canta? Antes de que yo pudiera decirle todas las cosas de amor que deseaba manifestarle el sol se levantó... ¡Oh, mi bienamada!
(compuesta en el 573 de n.e.)
Entrevé tu placer a través de la abertura de mi cortina de bambú. Mi madre me vigila celosamente mas, si acaso asomara, le diré que el viento es quien ha entrado.
(Anónimo del siglo VIII)
DEL KOKINSHU
Puesto que en él pensaba conforme me adormecía, ¿será que sentí su presencia? si hubiera sabido que un sueño era hubiese procurado no despertar.
(Ono no Komachi, fines del siglo IX)
DEL NIHONGI
La almohada
De noche, cuando concilio el sueño, converso con mi almohada: -¡Escucha almohadita! ¡Amo! ¡Amo!
Imagine there's no heaven It's easy if you try No hell below us Above us only sky Imagine all the people Living for today... Imagine there's no countries It isn't hard to do Nothing to kill or die for And no religion too Imagine all the people Living life in peace...
You may say I'm a dreamer But I'm not the only one I hope someday you'll join us And the world will be as one
Imagine no possessions I wonder if you can No need for greed or hunger A brotherhood of man Imagine all the people Sharing all the world...
You may say I'm a dreamer But I'm not the only one I hope someday you'll join us And the world will live as one
La obra de Juan Ramón Molina (Comayaguela, 1875-San Salvador, 1908) quedó dispersa en periodicos y revista de Centro América. en 1913, el poeta Froylán Turcios la recopiló y publicó con el nombre de Tierras, Mares y Cielos, un libro breve con algunos de los mejores poemas de la lirica hispanoamericana del periodo modernista: "Autobiografía", " Rio grande", Metemspsicosis", "Salutación a los poetas brasileros" y " Águilas y condores", demuestran que Molina asumió creativamente la gran transformación poética que impulsó y consolidó Rubén Dario (Helen Umaña).
Pesca de sirenas
Péscame una sirena, pescador sin fortuna, que yaces pensativo del mar junto a la orilla. Propicio es el momento, porque la vieja luna como un mágico espejo entre las olas brilla.
Han de venir hasta esta ribera, una tras una, mostrando a flor de agua el seno sin mancilla, y cantarán en coro, no lejos de la duna, su canto, que a los pobres marinos maravilla.
Penetra al mar entonces y coge la más bella, con tu red envolviéndola. No escuches su querella, que es como el aleve de la mujer. El sol
la mirará mañana entre mis brazos loca —morir bajo el divino martirio de mi boca— moviendo entre mis piernas su cola tornasol.
La araña
Ved con qué natural sabiduría las finas hebras a las hojas ata, y una red teje de fulgor de plata que la infeliz Aracné envidiaría.
Mas si el viento soplante con porfía la prodigiosa tela desbarata, vuelve otra vez a su labor ingrata, y una malla más tenue alumbra el día.
Hombre, que tus empresas no coronas porque al primer fracaso o desperfecto a un esteril desmayo te abandonas;
ten de tu vida y tu vigor conciencia, y aprende al ver el triunfo de ese insecto una lección sublime de paciencia.
Soneto
Esquivando miradas indiscretas, por oscuros y negros callejones, al fin logré llegar a tus balcones cargados de oloríferas macetas.
¡Cuántas pláticas dulces y secretas llenas de juramentos e ilusiones, tuvimos en aquellas ocasiones al voluptuoso olor de las violetas!
¿En dónde estás, oh casta Margarita, que en mi azarosa juventud lejana me concediste la primera cita?
Te evaporaste como sombra vana, y hoy, hecha polvo tu feliz casita, se ignora dónde estuvo tu ventana.
Sursum
No nos separaremos un momento porque –cuando se extingan nuestras vidas– nuestras dos almas cruzarán unidas el éter, en continuo ascendimiento.
Ajenas al humano sufrimiento, de las innobles carnes desprendidas, serán en una llama confundidas en la región azul del firmamento.
Sin dejar huellas ni invisibles rastros, más allá de la gloria de los astros, entre auroras de eternos arreboles,
a obedecer iremos la divina ley fatal y suprema que domina los espacios, las almas y los soles.
Metempsicosis
Del ancho mar sonoro fui pez en los cristales, que tuve los reflejos de gemas y metales. Por eso amo la espuma, los agrios peñascales, las brisas salitrosas, los vívidos corales.
Después, aleve víbora de tintes caprichosos, magnéticas pupilas, colmillos venenosos. Por eso amo las ciénagas, los parajes umbrosos, los húmedos crepúsculos, los bosques calurosos.
Pájaro fui en seguida en un vergel salvaje, que tuve todo el iris pintado en el plumaje. Amo flores y nidos, el frescor del ramaje, los extraños insectos, lo verde del paisaje.
Tornéme luego en águila de porte audaz y fiero, tuve alas poderosas, garras de fino acero. Por eso amo la nube, el alto pico austero, el espacio sin límites, el aire vocinglero.
Después, león bravío de profusa melena, de tronco ágil y fuerte y mirada serena. Por eso amo los montes donde su pecho truena, las estepas asiáticas, los desiertos de arena.
Hoy (convertido en hombre por órdenes obscuras), siento en mi ser los gérmenes de existencias futuras. Vidas que han de encumbrarse a mayores alturas o que han de convertirse en génesis impuras.
¿A qué lejana estrella voy a tender el vuelo, cuando se llegue la hora de buscar otro cielo? ¿A qué astro de ventura o planeta de duelo, irá a posarse mi alma cuando deje este suelo?
¿O descendiendo en breve (por secretas razones), de la terrestre vida todos los escalones, aguardaré, en el limbo de largas gestaciones, el sagrado momento de nuevas ascensiones?.
La carretera se pandea rumbo al centro de su propio :incendio centrífugo Tijuana se desvanece flotando bajo la mollera del ojo Esquirlas de cabaret & colchón empujan la estela de duendes que preña la ilusión de este instante En el radio: Jim Morrison traga esporas crecidas en la cicatriz del diluvio Este puente mental va al volante Estrellado el afuera & adentro Verde mota la selva El destino rodando Todo ser & hasta en zancos escupe ovnis bordados con alas de las más locas luciérnagas Es de noche / & en carretera / & volando Los Doors con los dientes hacen realidad su voltaje El cuerpo del alma se baña en el viaje El centro se curva La curva es salvaje La carretera es Dios mismo Cada ganglio / cada trozo resbala: se esfuma El pie va braceando La mente desyerba la euforia del eco
De Respiración en laberinto Tomado de Nomedites 8, Infrarrealismo
Para Akira Kurosawa
He introducido mi vida en la vulva radiante de la estupefacción /Mi droga es respirar este aire caliente/ Traducir a la luna en mi piel :hermanar mis heridas con su savia creciente: A la orilla del fulgor del tren Mi sueño es 1 viaje coital derramado / Mi escritura : mi cama/ Mi mujer : la Pasión Entre espinas & flamas Me despierta el milagro de beber mi arrebol Pues del trébol se trata De la vena maciza del ornitorrico cantor Del espejo pintado de sangre De la danza jadeante De vivir en sazón /La chaquira del muerto la revende el adiós/ la barriada más lumpen es valeca del sol Porque trago arcoíris Porque cago relámpagos Quizás vuelen mis ojos Engarzados en viento a este cristal revivido / que rompe su cárcel : zopilote goteando calor :
Consejos de un discípulo de Marx a un fanático de Heidegger
"También es hora de recordar que nada es bello, ni siquiera en Poesía, que no es el caso". W. H. Auden
A Roberto Bolaño & Kyra Galván camaradas & poetas
El mundo se te da en fragmentos / en astillas: de un rostro melancólico vislumbras una pincelada del Durero de alguien feliz su mueca de payaso aficionado de un árbol: el tembladero de pájaros sorbiéndole la nuca de un verano en llamas atrapas pedazos de universo lamiéndose la cara el momento en que una muchacha inenarrable se rasga su camisola oaxaqueña exactamente junto a la medialuna de sudor de las axilas & más allá de la cáscara está la pulpa / debajo del ojo la pestaña Quizás ni el Carbono 14 será capaz de reconstruir los hechos verdaderos Ya no son los tiempos en que un pintor naturalista rumiaba los excesos del almuerzo entre movimientos de gimnasia sueca & sin perder de vista los tonos rosazules / de flores que no habría adivinado ni en sus más dulces pesadillas -Somos actores de actos infinitos & no precisamente bajo la lengua azul de los reflectores cinematográficos- por ejemplo hoy / que ves cómo Antonioni se pasea con su camarita de rutina observado por aquellos que prefieren enterrar la cabeza entre la yerba a emborracharse de smog o qué sé yo/ para que no aumenten los escándalos que ya hacen intransitable la vía pública por los que han nacido para ser besados largamente por el sol & sus embajadores cotidianos por los que hablan de coitos fabulosos/ de hembras que no crees en esta edad geológica de vibraciones que te harían tenaz propagandista del Budismo Zen por los que se han salvado alguna vez de los accidentes que la nota roja llama substanciosos & que de paso -por ahora- no se cuentan entre las flores del Absurdo Así en el trapecio en el alambre de equilibrio de este circo de mil pistas un abuelo platica la emoción que sintió al ver a Gagarin revoloteando como una mosca en el espacio & lástima que la nave no se llamara Icaro I que Rusia sea tan ferozmente antitroskista & su voz entonces se disuelve da de tumbos entre aplausos & abucheos la Realidad & el Deseo se revuelcan/ se destazan/ se desparraman una sobre otra como nunca lo harían en un poema de Cernuda corre espuma por la boca de aquel que dice maravillas & pareciera que vive en el interior de las nubes & no en los baldíos de este barrio
El aire húmedo de abril el viento lascivo del otoño el granizo de julio & agosto todos presentes aquí con sus huellas digitales
Alcohol orines/ qué no habrá servido de abono a esta yerba cuántos jardineros sin el sueldo mínimo dejarían en esta trampa sus escasas proteínas
Por ahora tú te tiendes bocabajo a la sombra de las piernas largas & velludas de los parques donde se reúnen el que sueña con revoluciones que se estacionan demasiado tiempo en el Caribe el que quisiera arrancarles los ojos a los héroes de los pósters para mostrar al desnudo lo hueco de la farsa la muchacha de ojos verdes gatunos & fílmicos aunque a lo mejor acercándose resultan azules o quién sabe el estudiante todo adrenalina & poros revoltosos el que no cree en nadie/ ni en la belleza kantiana de algunas admiradoras de Marcused & estalla gritando que estamos podridos por la furia deshidratados con tanto tomo de teoría la putilla de ocasión que comparte el torrente de su soledad con los desconocidos dejando que la balanza de la oferta & la demanda la inclinen la gracia la simpatía las vibraciones repentinas -el Azar: ese otro antipoeta & vago insobornable- los que vienen aquí a llorar/ hasta tallarse -como en madera- un rostro de mártir paranoico después de destrozar -& no precisamente de entusiasmo- las butacas de los cines el que escribe su testamento o su epitafio en una servilleta arrugada & luego lanza besos al aire -& todo mundo supone que celebra su cumpleaños/ o el divino himeneo de antenoche- & todas las hipótesis resultan frágiles para explicar por qué utilizó una pistola & no un bote de pintura si parecía capaz de seducir hasta la calentura/ el pulso & la pupila del Giotto el que siempre saluda con Yo estoy desesperado/ ¿y usted? los que se aman rabiosamente como perros callejeros -en las verdes & en las maduras- & uno los llama enamorados floridos & son un afrodisíaco no solo para la sensibilidad de Marc Chagall los que conocen en persona a la muerte a la hora en que el suicidio se vuelve una obsesión unas ganas despeinadas de morder & ser mordido de poner un hasta aquí a tanto castillo de arena que parece inderrumbable de inventarse por segundos un poder que las revolvedoras de cemento cotidianas te desbaratan como si fueras un papel de estraza
Y entonces comprendes al que quisiera sepultar bajo toneladas de plantas edificios / tierra negra el menor latido / la taquicardia de su historia íntima te contagia el nerviosismo la intranquilidad de los que hacen como que respiran / como que poseen un cierto dejo de plantas carnívoras & se pasan horas esperando a la compañera Ternura esa call-girl que raras veces llega los que vienen escapando de los gases lacrimógenos & las macanas de las grandes avenidas de las grandes & las pequeñas manchas que ya no tienen remedio con aroma de pino o la caricia de un kleenex los que ignoran quiénes son ni lo quieren saber/ cuando el clima tiene pero fama cada día los eternos enfermos de amnesia que se chupan el dedo de alegría porque aquí & no en Miami está el Paraíso Terrenal los que juran declarar esto territorio libre isla independiente que no degenere en chatarra ruina supermarket
En el instante en que una canción de moda enreda su ritmo a la peculiar batucada de la lluvia & se instaura un orden fatalmente momentáneo para que sigan dominando la escena el cabello en desorden los enormes ojos húmedos & como surgida del claroscuro mismo de la noche aparece una niña con los puños embarrados contra los muslos repitiendo 1, 2, 3 veces: Yo no soy un objeto sexual, no lo soy robots, estoy viva / como un bosque de eucaliptos Aquí donde la norma es ser implacablemente amables los unos con los otros & este es el mal menor
El parque tiembla / mis pasos interiores me llevan por las calles de un puerto de mar verde que los nativos llaman Mezcalina
Una sensación hasta ahora desconocida como saber a ciencia cierta a qué sabe el A.D.N. después de hacer el Amor
Si esto no es Arte me corto las cuerdas vocales mi testículo más tierno dejo de decir tonterías Si esto no es Arte la rama de un árbol se dobla bajo el peso de un gorrión o mejor dicho un gorrión termina por hacer trizas una rama ya quebrada Aún estamos con vida de alguna manera hay que llamar a las islas de cristales que con lujo de violencia patean las zonas más blandas de tus ojos
La realidad parece de mica de miniatura a escala pero también tus párpados tu percepción & su camisa de fuerza la materia & la Energía & el ánimo para meter tu lengua entre su lengua este es un día insólito vibrante cotidiano anónimo terrícola a más no poder como solemos decir los días de fiesta o durante los cateos cada vez más frecuentes de las casas el miedo te ilumina el estómago & te lo quema
NO HAY ANGUSTIA AHISTÓRICA AQUÍ VIVIR ES CONTENER EL ALIENTO & DESNUDARSE
/consejos de un discípulo de Marx a un fanático de Heidegger/
Poesía: aún estamos con vida & tú me prendes con tus fósforos mi cigarro barato & me miras como a un simple cabello despeinado temblando de frío en el peine de la noche
Aún estamos con vida
una mariposa de ojoverde & alasamarillas se ha prendido en la solapa azul de mi chamarra -mi cuerpo de mezclilla se siente seductor radar humano imán de polen adquiere por momentos la convicción de una galaxia en pequeñito cantando puras locuritas entre Ohs de asombro-
¡Pucha qué luna! exclama el millonario en soledad & mísero en empleo al que apenas ayer lo despidieron porque no le emocionaban los cortocircuitos de la cafetera burocrática
¡Qué luna! como uña cortada -como un gajo de esperma suspendido sobre el lomo negro de la noche
cuando se escucha un crujir de nueces aplastadas -crac- el zumbido el lloriqueo de una ambulancia que otra vez no llega a tiempo
el rumor de las lagartijas con manchas de leopardo trepando traviesísimas por la enredadera en busca de alimento
los últimos ruidos de un picnic donde la Desolación ha hecho de las suyas & ha acabado voceando la proximidad del viento que todo mancha & roe
Sin embargo uno aún camina por aquí como gorrión feliz como Chaplin el día en que besó por primera vez a Mary Pickford alguien pasea con un radio de transistores que parece su segunda oreja
Galileo descubre la ley del péndulo observando el columpiar dulzón de estos amantes violentamente unidos & medioconsumidos por la niebla creyendo los muy necios que el Amor a dentelladas terminará por brillar en Technicolor Y esto en el mismo M2 a la misma hora en que el Polo Norte & el Polo Sur la Tesis & la Antítesis del mundo se conocen como un aerolito incandescente & un ovni en problemas e inexplicablemente se saludan: Yo soy el que se ha grabado en la espalda de la chamarra de mezclilla la frase: El núcleo de mi sistema solar es la Aventura Me llamo así pero me gusta que me digan: Protoplasma Kid
Tú eres el que se muerde las uñas mientras hojeas la sección de crímenes con los dedos confundidos en lo tieso de la hoja del periódico pero ¿son las noticias los que las reportan los que las leen como una droga necesaria? ¿Quiénes Sherlock Holmes son los asesinos?
Dadas las circunstancias desconfías hasta de tus propios ojos forcejeos corretizas pleitos de qué calibres se esconden bajo las ropas más rasposas
los miedosos se trepan a los árboles los más ágiles prefieren andar señalando con el dedo el momento exacto en que la atmósfera se enrarece hasta decir basta & comienzan a derrumbarse los aviones como en una secuencia de cine mudo en la que los brazos de los moribundos se mueven como aspas sin explicarse el porqué de ese horizonte ensalivado por el fuego
Aunque el cielo -aparentemente- se vea sobrio & despejado como enemigo irreconciliable de las Artes Plásticas & casi nadie repare en el loquito que besa lame muerde su reloj sin manecillas mientras pregunta se estará enfriando la tierra no nos estaremos saliendo de la órbita??? seguro de que en un caso así hasta Jerry Lewis lloraría sinceramente.
Poema inédito de Mario Santiago
TESTAMENTO DE ADOLESCENCIA .. .. .. . .. .. .. .. .. .. . .. .. .. . .. . .. .. . .. . . .. . . ... .. .. . 6/IV/78 No tengo sino este arcoíris que regalarte No tengo sino este espermatozoide de armadillo Esta furia de alacrán que me sale de los poros Esta planta carnívora que ha instalado su tienda gitana en el horno transparente de mis poros Este mechón de luna mordiendo las tejas calientes de mi pelo negro Estalactitas de caminos de éter Estalactitas de experiencia alada Mi cuerpo es 1 sapo drogado en los burdeles No uso bitácora ni sombra Este cuajo de sangre que ves Es mi patria-píldora Mi botón de despegue Mi gruñido Mi swing Mi bendición
He andado entre otras flores & en tu pelo sonrío Poeta & vagabundo Iconoclasta del avión Esculca mi mochila & hallarás tu sino No tengo más que darte :Hoy hay sol:
¡Ausente! la mañana en que me vaya más lejos de lo lejos, al Misterio, como siguiendo inevitable raya, tus pies resbalarán al cementerio.
¡Ausente! La mañana en que a la playa del mar de sombra y del callado imperio, como un pájaro lúgubre me vaya, será el blanco panteón tu cautiverio.
Se habrá hecho de noche en tus miradas; y sufrirás, y tomarás entonces penitentes blancuras laceradas. ¡Ausente!
Y en tus propios sufrimientos ha de cruzar entre un llorar de bronces una jauría de remordimientos.
Entre el dolor y el placer...
Entre el dolor y el placer median tres criaturas, de las cuales la una mira a un muro, la segunda usa de ánimo triste y la tercera avanza de puntillas;
pero, entre tú y yo, sólo existen segundas criaturas. Apoyándose en mi frente, el día conviene en que, de veras, hay mucho de exacto en el espacio; pero, si la dicha, que, al fin, tiene un tamaño, principia, ¡ay! por mi boca,
¿Quién me preguntará por mi palabra? Al sentido instantáneo de la eternidad corresponde este encuentro investido de hilo negro, pero a tu despedida temporal, tan sólo corresponde lo inmutable, tu criatura, el alma, mi palabra.
La violencia de las horas
Todos han muerto. Murió doña Antonia, la ronca, que hacía pan barato en el burgo. Murió el cura Santiago, a quien placía le saludasen los jóvenes y las mozas, respondiéndoles a todos, indistintamente: "¡Buenos días, José! ¡Buenos días, María!" Murió aquella joven rubia, Carlota, dejando un hijito de meses, que luego también murió, a los ocho días de la madre. Murió mi tía Albina, que solía cantar tiempos y modos de heredad, en tanto cosía en los corredores, para Isidora, la criada de oficio, la honrosísima mujer. Murió un viejo tuerto, su nombre no recuerdo, pero dormía al sol de la mañana, sentado ante la puerta del hojalatero de la esquina. Murió Rayo, el perro de mi altura, herido de un balazo de no se sabe quién. Murió Lucas, mi cuñado en la paz de las cinturas, de quien me acuerdo cuando llueve y no hay nadie en mi experiencia. Murió en mi revólver mi madre, en mi puño mi hermana y mi hermano en mi víscera sangrienta, los tres ligados por un género triste de tristeza, en el mes de agosto de años sucesivos. Murió el músico Méndez, alto y muy borracho, que solfeaba en su clarinete tocatas melancólicas, a cuyo articulado se dormían las gallinas de mi barrio, mucho antes de que el sol se fuese. Murió mi eternidad y estoy velándola.
Los dados eternos
Para Manuel González Prada, esta emoción bravía y selecta, una de las que, con más entusiasmo, me ha aplaudido el gran maestro.
Dios mío, estoy llorando el ser que vivo; me pesa haber tomádote tu pan; pero este pobre barro pensativo no es costra fermentada en tu costado: ¡tú no tienes Marías que se van!
Dios mío, si tú hubieras sido hombre, hoy supieras ser Dios; pero tú, que estuviste siempre bien, no sientes nada de tu creación. ¡Y el hombre sí te sufre: el Dios es él!
Hoy que en mis ojos brujos hay candelas, como en un condenado, Dios mío, prenderás todas tus velas, y jugaremos con el viejo dado... Tal vez ¡oh jugador! al dar la suerte del universo todo, surgirán las ojeras de la Muerte, como dos ases fúnebres de lodo.
Dios míos, y esta noche sorda, obscura, ya no podrás jugar, porque la Tierra es un dado roído y ya redondo a fuerza de rodar a la aventura, que no puede parar sino en un hueco, en el hueco de inmensa sepultura.
Los heraldos negros
Hay golpes en la vida, tan fuertes...¡Yo no sé! Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos, la resaca de todo lo sufrido se empozara en el alma... ¡Yo no sé!
Son pocos; pero son... Abren zanjas oscuras en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte. Serán tal vez los potros de bárbaros Atilas; o lo heraldos negros que nos manda la Muerte.
Son las caídas hondas de los Cristos del alma, de alguna fe adorable que el Destino blasfema. Esos golpes sangrientos son las crepitaciones de algún pan que en la puerta del horno se nos quema.
Y el hombre... Pobre... ¡pobre! Vuelve los ojos, como cuando por sobre el hombro nos llama una palmada; vuelve los ojos locos, y todo lo vivido se empoza, como charco de culpa, en la mirada.
Lo esperaron a la salida del cine. Cuando apareció se le fueron encima; Lo maniataron y lo metieron en el baúl del carro. El hombre imploró “no soy yo”. Ellos respondieron que eso era ya saberse alguien. Cuando lo sacaron del baúl, y lo vieron bien bajo la luz, se dieron cuenta Que no era la persona que buscaban, Pero ya era demasiado tarde para rectificar. Le prometieron una muerte indolora, el imploró diciendo que daba lo mismo sufrir o no Porque no quería morir; Ellos se encogieron de hombros y le dijeron “vamos, hombre; más le duele a las Mujeres cuando paren, de todas formas no sabés quien sos”. El lloró y dijo “pero cometen un error…” Uno de ellos no lo dejó terminar porque le clavó un puñal en medio de los ojos con la naturalidad Con la que se extiende la mano para coger un cigarrillo. Cuando conducían de regreso, otro de los hombres preguntó al resto si realmente no habían cometido un error y los demás coincidieron, en mayor o menor grado, que la muerte no conoce de verdades o mentiras
Empeño de una Noche
Me quedó hasta tarde por las noches Para quitarle tiempo a los horarios. Enciendo un cigarro y pienso Que con esto cada día se hace más corto, Pero olvido que por cortos que sean, Mi tamaño apenas cabe en un sueño Y mi sueño dice cada vez más y más: Despierta, no camines por la vereda; Usa un uniforme y olvida
Poetas del Grado Cero
Los poetas del grado cero decidieron un día No escupir la mujer Ni levantarle la pollera Decidieron darle la espalda E ir por pares similares Travestis desvelados Dudosos dichos de saltimbanqui Plantaron la vida La vida sucia que se da como escupitajo lenitivo Para aguar el ojo de un ciego Bajo su orbita decidí juntar nuevos versos Hacer de cada día El desperdicio de un poema Algunos murieron jóvenes Antes de terminar su primer poema Otros decidimos durar un poco más Y llegar a la frustración de un poemario No faltó alguna que colgase de la catedral Su bandera hecha de ropa prestada O en el mejor de los casos, que siempre es el peor, Robada. El grado cero Poetas felices al amanecer Contando sus experiencias de muerte Y lujuria con una mano de palo Y poniendo en los versos La prótesis de vida.
Vacío
Tal vez no me necesités Plenitud en donde no se sabe La diferencia entre pecho y corazón Seguramente nunca me mirés Media luna del espejo Mujer premeditada al deseo Aunque yo solo sea una concha Sin perlas Tan vacía que a tu oído sordo Guarde todo el eco del océano A vos te lo digo Promediará el futuro un descanso Donde mi vacío sea lleno De la calidez confusa de tu cuerpo
Veladoras
Y hablo a solas sobre las estrellas del cielo, Sin embargo estoy condenado a yacer en la tierra Para dormir y saber de vos sólo en sueños. Al despertar el cielo es un ojo ciego En donde vuelan pájaros que nunca sueñan
Verdad
A la bella durmiente del bosque
Me da pena decir que amo. Prefiero esconder el amor, Hablar de ebriedad y De pasos alejándose de un destino que ojalá fuese en común, Como una gran casa llena de manchas infantiles. Me da pena confesar que amo. Prefiero mentir diciendo que quiero y apetezco; Me confundo entre sabanas De mujeres que luego olvido. Prefiero demorar indiferencia Cuando en verdad me quemo en puro hielo. Ya soy un hombre viejo y el amor es cosa triste Como los besos que nunca me darás.
Pilato Nacido en los Años 70
La cara del mundo hecha para los rostros del espejo. Grandes relatos que van de uno a otro tratando de anticipar lo que simplemente esta ahí. Lo que subyace a sí mismo y se basta en sí. Las calles llenas de personas y los rostros con ojos entrecerrados frente a la pantalla del ordenador. La gran disección en la que nadie quiere mancharse las manos de sangre y mierda. Las palabras que nadie quiere sacar porque ya hay poco que nombrar. Los altares vacíos a los cuales ya no llega ni la tea o bota del profanador. Los reyes convertidos en nuevos becerros minimalistas dentro de frías oficinas antisépticas. Los cadáveres hechos para menester de una cámara.Argos, te veo y luego existes. Y queda la cara del mundo cuando se rompe el espejo.
Tiempo Roto
Hacia donde me lleve la mirada desconocida Las calles semejan un carnaval Al amanecer, Y yo vuelvo los pasos Al principio de todo, Al momento en que el amor No era ni certeza, u oráculo; Y mis afanes confundidos apenas Despuntaban con leves sonrisas De hombre contrariado o abandonado por los presagios; ahora Precipito la copa que ya no puede Mancillar nada porque está vacía, Recojo las sobras de lo que fuiste: Espejo quebrado con ternura, improperio interrumpido por deseos; Pagina blanca donde de feliz Al despertar Nunca apunté ningún sueño.
Infancia
De niño vivía Criaba alimañas Me embadurnaba con mi propio excremento (Ni siquiera tenía entrecejo) En esos días La luz ajustaba a cada rincón De niño corría Y lo que necesitaba no cabía en la mano Las piedras no hicieron falta Y la sangre siempre estuvo dispuesta Pero mis heridas apenas eran un parpadeo Asumía un rol diferente cada día Y la máscara era la misma Todo lo pequeño estaba para ser aplastado O apedreado Y las risas no hacían falta Ante tanta carne inútil De niño eran mucho mejor las cosas
Los mostradores del cinc pasan por las cloacas,
la lluvia vuelve a ascender hasta la luna;
en la avenida una ventana
nos revela una mujer desnuda.
En los odres de las sábanas hinchadas
en los que respira la noche entera
el poeta siente que sus cabellos
crecen y se multiplican.
El rostro obtuso de los techos
contempla los cuerpos extendidos.
Entre el suelo y los pavimentos
la vida es una pitanza profunda.
Poeta, lo que te preocupa
nada tiene que ver con la luna;
la lluvia es fresca,
el vientre está bien.
Mira como se llenan los vasos
en los mostradores de la tierra
la vida está vacía,
la cabeza está lejos.
En alguna parte un poeta piensa.
No tenemos necesidad de la luna,
la cabeza es grande,
el mundo está atestado.
En cada aposento
el mundo tiembla,
la vida engendra algo
que asciende hacia los techos.
Un mazo de cartas flota en el aire
alrededor de los vasos;
humo de vinos, humo de vasos
y de las pipas de la tarde.
En el ángulo oblicuo de los techos
de todos los aposentos que tiemblan
se acumulan los humos marinos
de los sueños mal construidos.
Porque aquí se cuestiona la Vida
y el vientre del pensamiento;
las botellas chocan los cráneos
de la asamblea aérea.
El Verbo brota del sueño
como una flor o como un vaso
lleno de formas y de humos.
El vaso y el vientre chocan:
la vida es clara
en los cráneos vitrificados.
El areópago ardiente de los poetas
se congrega alrededor del tapete verde,
el vacío gira.
La vida pasa por el pensamiento
del poeta melenudo.
PAUL ÉLUARD
EL AVE FÉNIX
Soy el último en tu camino
la última primavera y última nieve
la última lucha para no morir.
Y henos aquí más abajo y más arriba que nunca.
De todo hay en nuestra hoguera
piñas de pino y sarmientos
y flores más fuertes que el agua...
Hay barro y rocío...
La llama bajo nuestro pie la llama nos corona.
A nuestros pies insectos pájaros hombres
van a escaparse
Los que vuelan van a posarse.
El cielo está claro, la tierra en sombra
pero el humo sube al cielo
el cielo ha perdido su fuego.
La llama quedó en la tierra.
La llama es el nimbo del corazón
y todas las ramas de la sangre
Canta nuestro mismo aire..
Disipa la niebla de nuestro invierno
hórrida y nocturna se encendió la pena,
floreció la ceniza en gozo y hermosura
volvemos la espalda al ocaso.
Todo es color de aurora.
CHARLES BAUDELAIRE
ME GUSTA RECORDAR ESAS DESNUDAS ÉPOCAS
Me gusta recordar esas desnudas épocas
En que placía a Febo las estatuas dorar ,
En tanto hombre y mujer, en su esplendor más alto,
Sin angustia gozaban y sin mentira alguna,
Y, el amoroso cielo envolviendo sus cuerpos,
La salud de su noble máquina ejercitaban.
Mostrábase Cibeles fértil y generosa,
No hallando que sus hijos fuesen gravosa carga;
Antes bien, loba henchida de ternezas comunes,
Nutría al universo con sus oscuras ubres.
Elegante y robusto, el hombre se preciaba
Entre bellezas múltiples que por rey le acataban.
Frutos aún no ultrajados y carentes de grietas,
¡Cuya bruñida pulpa incitaba al mordisco!
Hoy el Poeta, cuando pretende imaginar
Tal nativa grandeza y acude a los lugares
En que hombres y mujeres sin velos aparecen,
Siente envuelto su espíritu en tenebroso frío,
Ante ese negro cuadro que rebosa de espanto.
¡Oh monstruosidades llorando sus vestidos!
¡Oh ridículos torsos que son propios de máscaras!
Pobres cuerpos torcidos, fláccidos o ventrudos,
Que el Señor de lo útil, sereno e implacable,
Envolvió desde niños en pañales de bronce.
Y vosotras, mujeres, pálidas como cirios,
En quienes la lujuria se ceba, y esas vírgenes
Arrastrando la herencia de los maternos vicios
¡Y todos los horrores de la fecundidad!
Tenemos, ello es cierto, naciones corrompidas,
A los antiguos pueblos de ignorado esplendor:
Los rostros devorados por las llagas cordiales
Y algo que llamaríamos desmayadas bellezas;
Más esas invenciones de las musas tardías,
Jamás impedirán a las razas decrépitas
Rendir a las más jóvenes un profundo homenaje,
-A la juventud santa de simple y dulce frente,
De mirar claro y limpio como agua saltarina,
Y que marcha, inconsciente, por doquier esparciendo,
como el azul del cielo, las flores y los pájaros,
Sus perfumes, sus cánticos y sus suaves calores.
ANDRÉ BRETON
SUEÑO QUE TE VEO...
Sueño que te veo superpuesta indefinidamente a ti misma
Estás sentada sobre el alto taburete de coral
Delante de tu espejo siempre en su cuarto creciente
Dos dedos sobre el ala de agua del peine
Y al mismo tiempo
Regresas de un viaje te quedas la última en la gruta
Resumante de relámpagos
No me reconoces
Estás tendida en el lecho te despiertas o te duermes
Te despiertas donde te dormistes o en cualquier otra parte
Estás desnuda todavía rebota la bala de saúco
Mil balas de saúco murmuran sobre ti
Tan ligeras que en cada instante tú las ignoras
Tu aliento tu sangre salvados de la loca juglaría del aire
Atraviesas la calle los coches que sobre ti se lanzan no son
más que sombras
Y la misma
Niña
Presa en un fuelle de lentejuelas
Saltas a la comba
Bastante tiempo para que aparezca en lo alto de la escalera invisible
La única mariposa verde que frecuenta las cimas de Asia
Acaricio todo lo que fue tuyo
En todo lo que debe serlo aún
Oigo silbar melodiosamente
Tus brazos innumerables
Serpiente única en todos los árboles
Tus brazos en cuyo centro gira el cristal de la rosa de los vientos
Mi fuente viva de Sivas
AIMÉ CESAIRE
CUERPO PERDIDO
Yo que Krakatoa
yo que todo mejor que monzón
yo que a pecho descubierto
yo que carraspeo como un árgano viejo
yo que balo mejor que una cloaca
yo que fuera de gama
yo que Zambeze frenético o rombo o
caníbal
quisiera ser cada vez más humilde y más manso
siempre más grave sin vestigio ni vértigo
caer hasta perderme
en la viviente sémola de una tierra bien abierta
Fuera una neblina en lugar de atmósfera no
sería nada sucia
cada gota de agua conteniendo un sol
cuyo nombre idéntico para todas las cosas
sería el ENCUENTRO MAS TOTAL
de tal suerte que no se sabría a ciencia cierta
si cruza una estrella o una esperanza acaso
o un pétalo de flamboyán
o una retirada submarina
que las antorchas de las medusas aurelias frecuentan
Imagino que entonces la vida me bañaría por completo
mejor la sentiría palpándome o mordiéndome
tendido sentiría llegarme los olores al fin liberados
cual manos caritativas
que me atravesarían
para mecer largos cabellos
más largos que ese pasado que no puedo alcanzar.
Cosas apartaros, haced sitio
a mi reposo que alza en oleaje
mi cresta terrible de raíces fondeadoras
buscando dónde asirse
oh cosas, yo sondeo y sondeo
yo, el cargador, soy portarraíces
yo peso, fuerzo y arcaneo
y ombligueo
Ah, quien hacia los arpones me lleva
estoy muy débil
silbo, sí, silbo cosas muy antiguas
de serpientes de cosas cavernosas
Soy oro viento paz aquí
y contra mi hocico inestable y fresco
poso contra mi rostro corroído
tu frío rostro de risa descompuesta.
El viento, ay, lo escucharé aún
negro, negro, negro desde el fondo
del cielo inmemorial
un poco menos fuerte que hoy en día
pero demasiado fuerte sin embargo
y ese loco aullido de perros y caballos
que envía a nuestra persecución siempre cimarrona
mas a mi vez en el aire
me alzaré en un grito tan violento
que voy a salpicar al cielo entero
por mis ramas destrozadas
y por el chorro insolente de mi barril herido y solemne
ordenaré a las islas existir.
GUILLAUME APOLLINAIRE
EL CANTO DE AMOR
He aquí de qué está hecho el canto sinfónico del amor
Existe el canto del amor de antaño
El ruido de los besos apasionados de los amantes ilustres
Los gritos de amor de las mortales violadas por los dioses
Las virilidades de los héroes fabulosos erigidas como obuses
contra aviones
El aullido precioso de Jasón
El canto mortal del cisne
El himno victorioso que los primeros rayos del sol hicieron
cantar a Memnon el inmóvil
Existe el grito de las sabinas en el momento del rapto
Existen también los gritos de amor de los felinos en las junglas
El rumor sordo de las savias ascendiendo por las plantas
tropicales
El trueno de las artillerías que cumplen el terrible amor de
los pueblos
Las olas del mar en donde nace la vida y la belleza
Existe el canto de todo el amor del mundo
ARTHUR RIMBAUD
UN SUEÑO PARA EL INVIERNO
En el invierno, iremos en un pequeño vagón rosa
con cojines azules.
Estaremos bien.
Un nido de besos locos reposa
en cada rincón mullido.
Tú cerrarás los ojos, para no ver, tras el cristal,
gesticular a las sombras de la tarde,
esas monstruosidades malignas, populacho
de demonios negros y de lobos negros.
Entonces sentirás la mejilla arañada...
un pequeño beso, como una araña loca,
te correrá por el cuello...
Y tú me dirás: «¡Buscala!» inclinando la cabeza,
–Y nos tomaremos tiempo para encontrar a esa bestia
–que es muy viajera...