lunes, 30 de marzo de 2009

Poemas de Alejandra Pizarnik


Salvación

Se fuga la isla.
Y la muchacha vuelve a escalar el viento
y a descubrir la muerte del pájaro profeta.
Ahora
es el fuego sometido.
Ahora
es la carne
..la hoja
..la piedra
perdidas en la fuente del tormento
como el navegante en el horror de la civilización
que purifica la caída de la noche.
Ahora
la muchacha halla la máscara del infinito
y rompe el muro de la poesía.


Signos

Todo hace el amor con el silencio.
Me habían prometido un silencio como un fuego, una casa de silencio.
De pronto el templo es un circo y la luz un tambor.

Sombras de los días a venir

a Ivonne A. Bordelois

Mañana
me vestirán con cenizas al alba,
me llenarán la boca de flores.
Aprenderé a dormir
en la memoria de un muro,
en la respiración de un animal que sueña.


Te hablo

Estoy con pavura.
hame sobrevenido lo que más temía.
no estoy en dificultad:
estoy en no poder más.

No abandoné el vacío y el desierto.
vivo en peligro.

tu canto no me ayuda.
cada vez más tenazas,
más miedos,
más sombras negras.

Tiempo

A Olga Orozco

Yo no sé de la infancia
más que un miedo luminoso
y una mano que me arrastra
a mi otra orilla.

Mi infancia y su perfume
a pájaro acariciado.


ahora
en esta hora inocente
yo y la que fui nos sentamos
en el umbral de mi mirada

Los trabajos y la noche

para reconocer en la sed mi emblema
para significar el único sueño
para no sustentarme nunca de nuevo en el amor

he sido toda ofrenda
un puro errar
de loba en el bosque
en la noche de los cuerpos

para decir la palabra inocente


SOLAMENTE

ya comprendo la verdad

estalla en mis deseos

y en mis desdichas
en mis desencuentros
en mis desequilibrios
en mis delirios

ya comprendo la verdad

ahora
a buscar la vida.



lunes, 23 de marzo de 2009

Breve selección de poesía de Oscar Acosta


CABELLO DE MUCHACHA


Tu cabello es de humo dorado,
una copa con un jugo encendido,
un caracol de ondeado vidrio,
una flor de bronce tímido.

Tu pelo existe, tiembla suavemente
cuando mi mano llega a su rocío,
cuando lo beso entusiasmado,
cuando llora como los niños.

Tu cabello es un odre con frío,
una estrella dulce, un pistilo
que lucha por ser lirio.

Es una paloma convertida en durazno,
una corona que alumbra con sus cirios
y que calienta la sangre como el vino.


CARTA DESDE TORREMOLINOS

Un laurel es tu mano entre mi mano
y agua unitiva el río de tu brazo,
ansias somos unidas por un lazo
tenso de resistir y cotidiano.

El roce de tus labios no fue en vano
y para comprobarlo te doy plazo:
sobre mi pecho de hombre está tu trazo
y tu aliento a mi boca está cercano.

Mujer ausente y todopoderosa
no deseo olvidar tu cuerpo fino,
ni tu caricia misericordiosa.

Amo tu risa de fulgente lino
y al recordarte ahora, dolorosa
se me vuelve la sangre y agrio el vino.


EL FUEGO

Frotó el indio la yesca,
el pedernal, el pino
con otro pino viejo,
la madera, las hojas
de roble, la corteza
de los ceibos caídos,
el cuerpo del animal
salvaje, el carbón
mineral endurecido.

El mundo cambió entonces
otro espejo movible
que no era el del agua,
alzó su brazo rojo
en la espesa maleza,
en el ámbito crudo
de miles de años
a la sombra, iluminados
solamente por el rayo
o por el centelleo
de los lúcidos ojos
de las fieras.

Tú te callaste entonces
viendo crecer la lengua
clarísima, la llama
que levantó su lanza,
su corona de espinas
y que lamió la noche
como animal salvaje.
Ante tu limpio rostro
de indígena doncella
nacía otro milagro:
el milagro del fuego.


EL NOMBRE DE LA PATRIA

Mi patria es altísima.
No puedo escribir una letra sin oír
el viento que viene de su nombre.
Su forma irregular la hace más bella
porque dan deseos de formarla, de hacerla
como a un niño a quien se enseña a hablar,
a decir palabras tiernas y verdaderas,
a quien se le muestran los peligros del mundo.

Mi patria es altísima.
Por eso digo que su nombre se descompone
en millones de cosas para recordármela.
Lo he oído sonar en los caracoles incesantes.
Venía en los caballos y en los fuegos
que mis ojos han visto y admirado.
Lo traían las muchachas hermosas en la voz
y en una guitarra.

Mi patria es altísima.
No puedo imaginármela bajo el mar
o escondiéndose bajo su propia sombra.
Por eso digo que más allá del hombre,
del amor que nos dan en cucharadas,
de la presencia viva del cadáver,
está ardiendo el nombre de la patria.


EL ROSTRO

De tu rostro purísimo y resplandeciente
surge una luz silenciosa
que todo lo desnuda, descubre
paraísos y mares de ceniza,
oculta sombras con su bella campana
y vuela como un pájaro.
Olvidar tu rostro es ahogar el corazón,
tratar de ignorarlo es vivir
a ciegas, dando tumbos;
no es necesario volver a decir
que tu rostro nos promete un reino
en un universo inmóvil y destruido.


ESCRITO EN PIEDRA

Yo vi, joven señora,
su bello cuerpo
entre las piedras
como una orquídea.

No había fuego entonces
al servicio del hombre,
ni dúctiles metales
mostraban al asombro
del primitivo ser
sus formas.

Andábamos descalzos
como niños,
desnudos como peces
en el agua
y corríamos libres
como ágiles leopardos

Era el año dos mil
o cuatro mil
antes de Jesucristo.
Las tribus combatían
con pedernales,
con piedras
y cuchillos.

Antes de ir al combate
pinto estos signos
en la pared antigua
de una cálida cueva,
junto a otros símbolos
que mis antepasados
en ocasiones similares
escribieron.

Ignoro quién recogerá
estas frases.
Es posible que entonces
no seamos, tú y yo,
ni estática ceniza
ni barro sumergido.
Desde mi monarquía
compartida, te recuerdo.
Y si volvieras a nacer
te prometo que siempre
serías, como ahora lo eres,
mi mujer y mi reina.

II

En la mesa veo frutas,
agua en los cántaros,
peces con los ojos abiertos
en las cuerdas del patio,
el maíz calentándose en los cuartos.

El cazador soy yo,
el cazador que sale
en la noche a buscar
el alimento diario,
las hojas para el lecho,
la fibra para el manto,
la flor para tu pelo,
la piel para el zapato.

Hoy te traigo una flor
selvática, una luna caída,
un perfume barato,
yo quiero que la pongas
en tu pecho blanquísimo,
en tu seno cubierto
con cuero de venado.

Eso te traigo ahora,
compañera mía, ojo
para mi llanto.

III

Para ti las fúlgidas naranjas,
la dura carne de las ciruelas,
el azúcar mojado de la piña,
la suavísima daga del plátano,
la invicta blancura de la caña,
el agua limpia del cocotero,
el vello niño del durazno,
la división de la guanábana,
la aristocracia de la manzana
y la tristeza de la guayaba.

Para ti todo eso con la mano
que recoge en el monte la fruta,
la deja en la mesa de cedro
y la corta todas las mañanas.


FORMAS DEL AMOR

"Niña invicta,
te he visto ya en las onzas españolas"
Medardo Mejía

Mis manos tocan, niña mía, tu rumorosa piel,
tu dulcísima carne que tranquilos ángeles habitan,
tu cabellera suave,
tu corazón pequeño.

Oye la campana del día
apagando el luto de la noche
mira la luz que silenciosamente nos cubre,
mira el cielo:
ese jardín sobre tu pecho;
respira el aire quieto
que el ruiseñor anuncia con su lanza,
conduce tu desamor
a un lago sepultado
y háblame con tus labios excelsos.

Llegué a sentir sobre las manos
el agua efímera,
el verano derribando sus torres,
el abismo cerrando sus ventanas,
el fruto abandonado,
el mar abriéndose las venas,
el fuego hundido,
hasta que tú, niña mía,
perfecta virgen repetida,
me entregaste tu rostro.

Veo de cerca la copa
confusa de las aguas,
busco tu claro nombre entre las rosas,
tu dulzura en la esencia de los árboles,
tu vigilia en el beso,
tu olor en los duraznos,
tu luz en el rocío
y me doy cuenta sorprendido
que todo me lo traes, niña mía,
con tu mano sagrada.


LA ESTRELLA

Sobre mi pecho abatido por los golpes
está tu estrella tibia, dolorosamente azul,
diríase un cielo toda ella.
No quiebra el agua su perfecta dulzura,
su sencillez es transparente y tiene
el uniforme brillo de la lluvia alta.
Déjame este lucero, este cuerpo celeste
sembrando sobre mi pecho lleno de golpes,
estás ya tan humilde que tu nombre
se puede decir con respeto y con pequeñas
letras de amor, dios mío.


LOS AMANTES

Los amantes se tienden en el lecho
y suavemente van ocultando las palabras y los besos.
Están desnudos como niños desvalidos
y en sus sentidos se concentra el mundo.
No hay luz y sombra para sus ojos apagados
y la vida no tiene para ellos forma alguna.

La hermosa cabellera de la mujer puede ser una rosa,
el agua tibia o un surtidor enamorado.
El fuego es solamente un golpe oscuro.
Los amantes están tendidos en el lecho.


LLEGAR A TI...

Llegar a ti, entonces, es buscar
la voz de un niño entre las multitud,
recoger el miedo interminable
que origina un viento nocturno,
iluminar el amor con una lámpara
de primitivo y de dulce aceite,
tocar con los dedos un pájaro de azúcar
que besa el cuello de las mujeres,
limitar la invasión de la nieve
que llega con sus armaduras de frío
y verte tranquilo y reposado
quemando el intacto silencio.

LITERATURA INNECESARIA

Tú no apareces en los libros, no tienes
jerarquía en la tinta, no puedes
subir al monte de la palabra escrita,
al risco de la literatura.
Tú no sabes lo que es un hemistiquio,
un verso de pie quebrado,
dónde vivó Góngora y Argote,
quién era el Arcipreste.

Tú no figuras en ninguna décima,
en el agua liviana de un romance
o en el oro de las octava reales,

Ante tu poderío de mujer amorosa,
ante la realidad me duele
lo innecesario de la literatura.

MERCADO DE MUCHACHA

Vas al mercado por las berenjenas,
los tomates redondos,
las acelgas exhaustas,
las complicadas cebollas.

Pides el precio de la mandarinas,
de los lustrosos pimientos,
de las aburridas patatas,
de los bananos sudamericanos.

Pasas después al puesto del pescado
y observas las lubinas,
los apreciados róbalos.

En otro sitio están las aves y las carnes rojas,
la ternera y el cerdo,
la paletilla de cordero.

domingo, 22 de marzo de 2009

Breve selección poética de Samuel Becket



LOS HUESOS DE ECO


asilo bajo mis huellas todo este día
sus sordas francachelas mientras la carne cae
hendiendo sin temor ni viento favorable
guantílopes del sentido y el absurdo transcurren
tomados por los gusanos por lo que en verdad son


POR AHÍ


por ahí
un grito lejano
para alguien
tan pequeño
bellos narcisos
luego marzo
entonces desde ahí
narcisos
otra vez
luego marzo
otra vez
para alguien
tan pequeño

SERENA III

fija estos garabatos de hermosura en la paleta
nunca se sabe si esto puede ser el final

o déjala ella es paraíso y más tarde en el globo
de tus ojos hímenes de felpa

o sobre Puente Butt Sonroja de vergüenza
el mixto declinar de esas ubres
alza tu luna tuya y solamente tuya
arriba arriba arriba hacia la estrella del atardecer
desvanecido encima de un clavel todo nuevo
en el arco-gasómetro que hay en Misery Hill¹
desvanecido en la púrpura y pequeña
casa de la oración
corazón de María alguna cosa
Bull y Pool² Suplicante que no se encontrarán
en este mundo al menos

mientras que partes lejos en medio de los fustes que caracolean
corre desesperadamente sobre el Puente Victoria ésa es la idea
aminora la marcha anda furtivamente Ringsend Road abajo
Irishtown Sandymount³ titubea halla el Fuego del Infierno
Apartamentos Merrion señalados por un trillón de sigmas
El Dedo de Jesucristo Hijo de Dios el Salvador
muchachas sorprendidas mientras se desnudaban ésa es la idea
sobre el rompevientos y olas en el Bootersgrad
el pánico que provoca la marea en las pardas gaviotas
las arenas se mueven en tu corazón cálido
no no te detengas
ocúltate tú mismo pero en la Roca
no te detengas

(Versión de Jenaro Talens)

VIENEN...

vienen
diferente e iguales
con cada una es diferente y es igual
con cada una la ausencia de amor es diferente
con cada una la ausencia de amor es igual

vienen
diferentes e idénticas
con cada una es diferente y es lo mismo
con cada una la ausencia de amor es diferente
con cada una la ausencia de amor es la misma


BEBE SOLO...


bebe solo
come quema fornica revienta solo como antes
los ausentes ya muertos los presentes apestan
saca tus ojos vuélvelos sobre las cañas
discuten quizás ellos y los ays
no importa existe el viento
y el estado de vela


(Versión de Jenaro Talens )



MÚSICA DE LA INDIFERENCIA


música de la indiferencia
corazón tiempo aire fuego arena
del silencio desmoronamiento de amores
cubre sus voces y que
no me oiga ya
callarme


QUISIERA QUE MI AMOR MURIESE...


quisiera que mi amor muriese
y que lloviera sobre el cementerio
y las callejas por las que camino
llorando a aquella que creyó que amaba



CANCIÓN


Vejez es cuando a un hombre
arrimado al fuego de la chimenea
temblando a causa de las brujas
para poner el cazo sobre el lecho
y traerle su ponche
viene ella en las cenizas
quien amada no pudo ser vencida
o vencida no amada
o alguna otra aflicción
viene con las cenizas
como en esa luz vieja
el rostro en las cenizas
aquella vieja luz de las estrellas
en la tierra otra vez.

corazón, qué oquedad,
y dentro cuánta suciedad

dormir hasta la muerte
nos cura siempre
ven a aliviar
esta vida este mal

¿La esperanza?, un bribón, el más grande embustero,
hasta que la perdí, no supe de la felicidad.
Copiaré del infierno en la puerta del cielo:
dejad toda esperanza los que entráis.

Pide al todo-lo-cura, al todo-lo-consuela pensamiento
solaz y salvación para el dolor que os donó con esfuerzo


sábado, 21 de marzo de 2009

Brevísima colección de poesía erótica japonesa


CANCIÓN DE AMOR DEL PRINCIPE MAGARI

Recorriendo en vano la tierra de las ocho islas
he buscado sin frutos una esposa.
Cuando en Kasuga,
y bajo un cielo primaveral
escuhé
acerca de una belleza refinada.
Epujé
la puerta de ciprés
de la casa inmersa en la esplendida floresta
y entré.
Toqué sus pies.
La hice mi esposa.
Tomé su cabeza.
Como mi mujer la tomé.
Me rodeó con sus brazos
y yo, a cambio,
lo mismo le hice con los míos.
¡Con nuestros brazos enlazados como enredaderas
caímos ondulantes
y, pasado el tiempo, dormimos dulcemente
hasta que un gallo cantó en la campiña!
-¿Es un ave en el páramo
o un faisán el que canta?
Antes de que yo pudiera decirle
todas las cosas de amor que deseaba manifestarle
el sol se levantó...
¡Oh, mi bienamada!

(compuesta en el 573 de n.e.)


Entrevé tu placer
a través de la abertura
de mi cortina de bambú.
Mi madre me vigila celosamente
mas, si acaso asomara,
le diré que el viento
es quien ha entrado.

(Anónimo del siglo VIII)


DEL KOKINSHU


Puesto que en él pensaba
conforme me adormecía,
¿será que sentí su presencia?
si hubiera sabido que un sueño era
hubiese procurado no despertar.

(Ono no Komachi, fines del siglo IX)


DEL NIHONGI

La almohada


De noche, cuando concilio el sueño,
converso con mi almohada:
-¡Escucha almohadita!
¡Amo! ¡Amo!

(Anónimo)


(Tomado del Makura)

miércoles, 18 de marzo de 2009

letra de la canción imagine de John Lennon

Picasso


IMAGINE

Imagine there's no heaven
It's easy if you try
No hell below us
Above us only sky
Imagine all the people
Living for today...
Imagine there's no countries
It isn't hard to do
Nothing to kill or die for
And no religion too
Imagine all the people
Living life in peace...

You may say I'm a dreamer
But I'm not the only one
I hope someday you'll join us
And the world will be as one

Imagine no possessions
I wonder if you can
No need for greed or hunger
A brotherhood of man
Imagine all the people
Sharing all the world...

You may say I'm a dreamer
But I'm not the only one
I hope someday you'll join us
And the world will live as one

miércoles, 11 de marzo de 2009

Breve seleccion poetica de Juan Ramón Molina



La obra de Juan Ramón Molina (Comayaguela, 1875-San Salvador, 1908) quedó dispersa en periodicos y revista de Centro América. en 1913, el poeta Froylán Turcios la recopiló y publicó con el nombre de Tierras, Mares y Cielos, un libro breve con algunos de los mejores poemas de la lirica hispanoamericana del periodo modernista: "Autobiografía", " Rio grande", Metemspsicosis", "Salutación a los poetas brasileros" y " Águilas y condores", demuestran que Molina asumió creativamente la gran transformación poética que impulsó y consolidó Rubén Dario (Helen Umaña).


Pesca de sirenas

Péscame una sirena, pescador sin fortuna,
que yaces pensativo del mar junto a la orilla.
Propicio es el momento, porque la vieja luna
como un mágico espejo entre las olas brilla.

Han de venir hasta esta ribera, una tras una,
mostrando a flor de agua el seno sin mancilla,
y cantarán en coro, no lejos de la duna,
su canto, que a los pobres marinos maravilla.

Penetra al mar entonces y coge la más bella,
con tu red envolviéndola. No escuches su querella,
que es como el aleve de la mujer. El sol

la mirará mañana entre mis brazos loca
—morir bajo el divino martirio de mi boca—
moviendo entre mis piernas su cola tornasol.

La araña

Ved con qué natural sabiduría
las finas hebras a las hojas ata,
y una red teje de fulgor de plata
que la infeliz Aracné envidiaría.

Mas si el viento soplante con porfía
la prodigiosa tela desbarata,
vuelve otra vez a su labor ingrata,
y una malla más tenue alumbra el día.

Hombre, que tus empresas no coronas
porque al primer fracaso o desperfecto
a un esteril desmayo te abandonas;

ten de tu vida y tu vigor conciencia,
y aprende al ver el triunfo de ese insecto
una lección sublime de paciencia.

Soneto

Esquivando miradas indiscretas,
por oscuros y negros callejones,
al fin logré llegar a tus balcones
cargados de oloríferas macetas.

¡Cuántas pláticas dulces y secretas
llenas de juramentos e ilusiones,
tuvimos en aquellas ocasiones
al voluptuoso olor de las violetas!

¿En dónde estás, oh casta Margarita,
que en mi azarosa juventud lejana
me concediste la primera cita?

Te evaporaste como sombra vana,
y hoy, hecha polvo tu feliz casita,
se ignora dónde estuvo tu ventana.

Sursum

No nos separaremos un momento
porque –cuando se extingan nuestras vidas–
nuestras dos almas cruzarán unidas
el éter, en continuo ascendimiento.

Ajenas al humano sufrimiento,
de las innobles carnes desprendidas,
serán en una llama confundidas
en la región azul del firmamento.

Sin dejar huellas ni invisibles rastros,
más allá de la gloria de los astros,
entre auroras de eternos arreboles,

a obedecer iremos la divina
ley fatal y suprema que domina
los espacios, las almas y los soles.

Metempsicosis

Del ancho mar sonoro fui pez en los cristales,
que tuve los reflejos de gemas y metales.
Por eso amo la espuma, los agrios peñascales,
las brisas salitrosas, los vívidos corales.

Después, aleve víbora de tintes caprichosos,
magnéticas pupilas, colmillos venenosos.
Por eso amo las ciénagas, los parajes umbrosos,
los húmedos crepúsculos, los bosques calurosos.

Pájaro fui en seguida en un vergel salvaje,
que tuve todo el iris pintado en el plumaje.
Amo flores y nidos, el frescor del ramaje,
los extraños insectos, lo verde del paisaje.

Tornéme luego en águila de porte audaz y fiero,
tuve alas poderosas, garras de fino acero.
Por eso amo la nube, el alto pico austero,
el espacio sin límites, el aire vocinglero.

Después, león bravío de profusa melena,
de tronco ágil y fuerte y mirada serena.
Por eso amo los montes donde su pecho truena,
las estepas asiáticas, los desiertos de arena.

Hoy (convertido en hombre por órdenes obscuras),
siento en mi ser los gérmenes de existencias futuras.
Vidas que han de encumbrarse a mayores alturas
o que han de convertirse en génesis impuras.

¿A qué lejana estrella voy a tender el vuelo,
cuando se llegue la hora de buscar otro cielo?
¿A qué astro de ventura o planeta de duelo,
irá a posarse mi alma cuando deje este suelo?

¿O descendiendo en breve (por secretas razones),
de la terrestre vida todos los escalones,
aguardaré, en el limbo de largas gestaciones,
el sagrado momento de nuevas ascensiones?.


lunes, 9 de marzo de 2009

Breve selección de poemas de Mario Santiago Papasquiaro






Un poema infrarreal de M.S.P.

La carretera se pandea rumbo al centro de su propio :incendio centrífugo
Tijuana se desvanece flotando bajo la mollera del ojo
Esquirlas de cabaret & colchón empujan la estela
de duendes que preña la ilusión de este instante
En el radio: Jim Morrison traga esporas crecidas
en la cicatriz del diluvio
Este puente mental va al volante
Estrellado el afuera & adentro
Verde mota la selva
El destino rodando
Todo ser & hasta en zancos escupe ovnis bordados
con alas de las más locas luciérnagas
Es de noche / & en carretera / & volando
Los Doors con los dientes hacen realidad su voltaje
El cuerpo del alma se baña en el viaje
El centro se curva
La curva es salvaje
La carretera es Dios mismo
Cada ganglio / cada trozo
resbala: se esfuma
El pie va braceando
La mente desyerba la euforia del eco

De Respiración en laberinto
Tomado de Nomedites 8, Infrarrealismo


Para Akira Kurosawa

He introducido mi vida
en la vulva radiante de la estupefacción
/Mi droga es respirar este aire caliente/
Traducir a la luna en mi piel
:hermanar mis heridas con su savia creciente:
A la orilla del fulgor del tren
Mi sueño es 1 viaje coital derramado
/ Mi escritura : mi cama/
Mi mujer : la Pasión
Entre espinas & flamas
Me despierta el milagro
de beber mi arrebol
Pues del trébol se trata
De la vena maciza del ornitorrico cantor
Del espejo pintado de sangre
De la danza jadeante
De vivir en sazón
/La chaquira del muerto la revende el adiós/
la barriada más lumpen es valeca del sol
Porque trago arcoíris
Porque cago relámpagos
Quizás vuelen mis ojos
Engarzados en viento
a este cristal revivido / que rompe su cárcel
: zopilote goteando calor :


Consejos de un discípulo de Marx a un fanático de Heidegger

"También es hora de recordar que nada
es bello, ni siquiera en Poesía, que no es
el caso".
W. H. Auden

A Roberto Bolaño & Kyra Galván
camaradas & poetas

El mundo se te da en fragmentos / en astillas:
de un rostro melancólico vislumbras una pincelada del Durero
de alguien feliz su mueca de payaso aficionado
de un árbol: el tembladero de pájaros sorbiéndole la nuca
de un verano en llamas atrapas pedazos de universo
lamiéndose la cara
el momento en que una muchacha inenarrable
se rasga su camisola oaxaqueña
exactamente junto a la medialuna de sudor
de las axilas
& más allá de la cáscara está la pulpa / debajo del ojo la pestaña
Quizás ni el Carbono 14 será capaz de reconstruir los hechos verdaderos
Ya no son los tiempos en que un pintor naturalista
rumiaba los excesos del almuerzo entre movimientos
de gimnasia sueca
& sin perder de vista los tonos rosazules / de flores
que no habría adivinado ni en sus más dulces pesadillas
-Somos actores de actos infinitos
& no precisamente bajo la lengua azul
de los reflectores cinematográficos-
por ejemplo hoy / que ves cómo Antonioni se pasea con su camarita de rutina
observado por aquellos que prefieren enterrar la cabeza entre la yerba
a emborracharse de smog o qué sé yo/ para que no aumenten los escándalos
que ya hacen intransitable la vía pública
por los que han nacido para ser besados largamente por el sol
& sus embajadores cotidianos
por los que hablan de coitos fabulosos/ de hembras que no crees
en esta edad geológica
de vibraciones que te harían tenaz propagandista del Budismo Zen
por los que se han salvado alguna vez de los accidentes
que la nota roja llama substanciosos
& que de paso -por ahora- no se cuentan entre las flores del Absurdo
Así en el trapecio en el alambre de equilibrio de este circo de mil pistas
un abuelo platica la emoción que sintió al ver a Gagarin
revoloteando como una mosca en el espacio
& lástima que la nave no se llamara Icaro I
que Rusia sea tan ferozmente antitroskista
& su voz entonces se disuelve
da de tumbos
entre aplausos & abucheos
la Realidad & el Deseo se revuelcan/ se destazan/
se desparraman una sobre otra
como nunca lo harían en un poema de Cernuda
corre espuma por la boca de aquel que dice maravillas
& pareciera que vive en el interior de las nubes
& no en los baldíos de este barrio

El aire húmedo de abril el viento lascivo del otoño
el granizo de julio & agosto
todos presentes aquí con sus huellas digitales

Alcohol orines/ qué no habrá servido de abono a esta yerba
cuántos jardineros sin el sueldo mínimo dejarían en esta trampa
sus escasas proteínas

Por ahora tú te tiendes bocabajo a la sombra de las piernas
largas & velludas de los parques
donde se reúnen
el que sueña con revoluciones que se estacionan
demasiado tiempo en el Caribe
el que quisiera arrancarles los ojos a los héroes de los pósters
para mostrar al desnudo lo hueco de la farsa
la muchacha de ojos verdes gatunos & fílmicos
aunque a lo mejor acercándose resultan azules
o quién sabe
el estudiante todo adrenalina & poros revoltosos
el que no cree en nadie/ ni en la belleza kantiana
de algunas admiradoras de Marcused
& estalla gritando que estamos podridos por la furia
deshidratados con tanto tomo de teoría
la putilla de ocasión que comparte el torrente de su soledad
con los desconocidos
dejando que la balanza de la oferta & la demanda
la inclinen la gracia la simpatía las vibraciones repentinas
-el Azar: ese otro antipoeta & vago insobornable-
los que vienen aquí a llorar/ hasta tallarse -como en madera-
un rostro de mártir paranoico
después de destrozar -& no precisamente de entusiasmo-
las butacas de los cines
el que escribe su testamento o su epitafio
en una servilleta arrugada
& luego lanza besos al aire -& todo mundo supone
que celebra su cumpleaños/ o el divino himeneo de antenoche-
& todas las hipótesis resultan frágiles para explicar
por qué utilizó una pistola & no un bote de pintura
si parecía capaz de seducir hasta la calentura/ el pulso
& la pupila del Giotto
el que siempre saluda con Yo estoy desesperado/ ¿y usted?
los que se aman rabiosamente como perros callejeros
-en las verdes & en las maduras-
& uno los llama enamorados floridos
& son un afrodisíaco
no solo para la sensibilidad de Marc Chagall
los que conocen en persona a la muerte
a la hora en que el suicidio se vuelve una obsesión
unas ganas despeinadas de morder & ser mordido
de poner un hasta aquí a tanto castillo de arena
que parece inderrumbable
de inventarse por segundos un poder
que las revolvedoras de cemento cotidianas te desbaratan
como si fueras un papel de estraza

Y entonces comprendes al que quisiera sepultar bajo toneladas
de plantas
edificios / tierra negra
el menor latido / la taquicardia de su historia íntima
te contagia el nerviosismo la intranquilidad de los que
hacen como que respiran / como que poseen un cierto dejo
de plantas carnívoras
& se pasan horas esperando a la compañera Ternura
esa call-girl que raras veces llega
los que vienen escapando de los gases lacrimógenos
& las macanas de las grandes avenidas
de las grandes & las pequeñas manchas
que ya no tienen remedio con aroma de pino
o la caricia de un kleenex
los que ignoran quiénes son ni lo quieren saber/ cuando el clima
tiene pero fama cada día
los eternos enfermos de amnesia que se chupan el dedo de alegría
porque aquí & no en Miami está el Paraíso Terrenal
los que juran declarar esto territorio libre isla independiente
que no degenere en chatarra ruina supermarket

En el instante en que una canción de moda
enreda su ritmo
a la peculiar batucada de la lluvia
& se instaura un orden fatalmente momentáneo
para que sigan dominando la escena
el cabello en desorden
los enormes ojos húmedos
& como surgida del claroscuro mismo de la noche
aparece una niña con los puños embarrados contra los muslos
repitiendo 1, 2, 3 veces:
Yo no soy un objeto sexual, no lo soy robots,
estoy viva / como un bosque de eucaliptos
Aquí donde la norma es ser implacablemente amables los unos
con los otros
& este es el mal menor

El parque tiembla / mis pasos interiores me llevan por las calles
de un puerto de mar verde
que los nativos llaman Mezcalina

Una sensación hasta ahora desconocida
como saber a ciencia cierta a qué sabe el A.D.N.
después de hacer el Amor

Si esto no es Arte me corto las cuerdas vocales
mi testículo más tierno dejo de decir tonterías
Si esto no es Arte
la rama de un árbol se dobla bajo el peso de un gorrión
o mejor dicho un gorrión termina por hacer trizas una rama
ya quebrada
Aún estamos con vida
de alguna manera hay que llamar a las islas de cristales
que con lujo de violencia patean las zonas más blandas de tus ojos

La realidad parece de mica de miniatura a escala
pero también tus párpados tu percepción & su camisa de fuerza
la materia & la Energía
& el ánimo para meter tu lengua entre su lengua
este es un día insólito
vibrante cotidiano anónimo
terrícola a más no poder como solemos decir
los días de fiesta o durante los cateos cada vez
más frecuentes de las casas
el miedo te ilumina el estómago & te lo quema

NO HAY ANGUSTIA AHISTÓRICA
AQUÍ VIVIR ES CONTENER EL ALIENTO
& DESNUDARSE

/consejos de un discípulo de Marx
a un fanático de Heidegger/

Poesía: aún estamos con vida
& tú me prendes con tus fósforos
mi cigarro barato
& me miras como a un simple cabello despeinado
temblando de frío en el peine de la noche

Aún estamos con vida

una mariposa de ojoverde & alasamarillas
se ha prendido en la solapa azul de mi chamarra
-mi cuerpo de mezclilla
se siente seductor radar humano imán de polen
adquiere por momentos la convicción de una galaxia
en pequeñito
cantando puras locuritas
entre Ohs de asombro-

¡Pucha qué luna!
exclama el millonario en soledad
& mísero en empleo
al que apenas ayer lo despidieron
porque no le emocionaban los cortocircuitos
de la cafetera burocrática

¡Qué luna!
como uña cortada
-como un gajo de esperma
suspendido
sobre el lomo negro de la noche

cuando se escucha
un crujir de nueces aplastadas -crac-
el zumbido el lloriqueo de una ambulancia
que otra vez no llega a tiempo

el rumor de las lagartijas con manchas de leopardo
trepando traviesísimas por la enredadera
en busca de alimento

los últimos ruidos de un picnic
donde la Desolación ha hecho de las suyas
& ha acabado voceando la proximidad del viento
que todo mancha & roe

Sin embargo uno aún camina por aquí como gorrión feliz
como Chaplin el día en que besó por primera vez a Mary Pickford
alguien pasea con un radio de transistores que parece su segunda oreja

Galileo descubre la ley del péndulo observando
el columpiar dulzón de estos amantes
violentamente unidos & medioconsumidos por la niebla
creyendo los muy necios que el Amor a dentelladas
terminará por brillar en Technicolor
Y esto en el mismo M2 a la misma hora
en que el Polo Norte & el Polo Sur
la Tesis & la Antítesis del mundo se conocen
como un aerolito incandescente & un ovni en problemas
e inexplicablemente se saludan:
Yo soy el que se ha grabado en la espalda de la chamarra de mezclilla
la frase: El núcleo de mi sistema solar es la Aventura
Me llamo así pero me gusta que me digan: Protoplasma Kid

Tú eres el que se muerde las uñas mientras hojeas la sección
de crímenes
con los dedos confundidos en lo tieso de la hoja del periódico
pero
¿son las noticias
los que las reportan
los que las leen como una
droga necesaria?
¿Quiénes Sherlock Holmes son los asesinos?

Dadas las circunstancias desconfías hasta de tus propios ojos
forcejeos corretizas pleitos de qué calibres
se esconden bajo las ropas más rasposas

los miedosos se trepan a los árboles
los más ágiles prefieren andar señalando con el dedo
el momento exacto en que la atmósfera se enrarece
hasta decir basta
& comienzan a derrumbarse los aviones como en una secuencia
de cine mudo en la que los brazos de los moribundos
se mueven como aspas
sin explicarse el porqué de ese horizonte ensalivado por el fuego

Aunque el cielo -aparentemente- se vea sobrio & despejado
como enemigo irreconciliable de las Artes Plásticas
& casi nadie repare en el loquito que besa lame muerde su reloj
sin manecillas
mientras pregunta se estará enfriando la tierra
no nos estaremos saliendo de la órbita???
seguro de que en un caso así hasta Jerry Lewis lloraría sinceramente.



Poema inédito de Mario Santiago

TESTAMENTO DE ADOLESCENCIA
.. .. .. . .. .. .. .. .. .. . .. .. .. . .. . .. .. . .. . . .. . . ... .. .. . 6/IV/78
No tengo sino este arcoíris que regalarte
No tengo sino este espermatozoide de armadillo
Esta furia de alacrán
que me sale de los poros
Esta planta carnívora
que ha instalado su tienda gitana
en el horno transparente de mis poros
Este mechón de luna mordiendo las tejas calientes de mi pelo negro
Estalactitas de caminos de éter
Estalactitas de experiencia alada
Mi cuerpo es 1 sapo drogado en los burdeles
No uso bitácora ni sombra
Este cuajo de sangre que ves
Es mi patria-píldora
Mi botón de despegue
Mi gruñido
Mi swing
Mi bendición

He andado entre otras flores & en tu pelo sonrío Poeta & vagabundo Iconoclasta del avión Esculca mi mochila & hallarás tu sino No tengo más que darte :Hoy hay sol:

sábado, 7 de marzo de 2009

Cesar Vallejo, selección de poemas

Ilustración de Valentín Serov

Ausente

¡Ausente! la mañana en que me vaya
más lejos de lo lejos, al Misterio,
como siguiendo inevitable raya,
tus pies resbalarán al cementerio.

¡Ausente! La mañana en que a la playa
del mar de sombra y del callado imperio,
como un pájaro lúgubre me vaya,
será el blanco panteón tu cautiverio.

Se habrá hecho de noche en tus miradas;
y sufrirás, y tomarás entonces penitentes
blancuras laceradas. ¡Ausente!

Y en tus propios sufrimientos
ha de cruzar entre un llorar de bronces
una jauría de remordimientos.



Entre el dolor y el placer...

Entre el dolor y el placer median tres criaturas,
de las cuales la una mira a un muro,
la segunda usa de ánimo triste
y la tercera avanza de puntillas;

pero, entre tú y yo, sólo existen segundas criaturas.
Apoyándose en mi frente, el día conviene en que,
de veras, hay mucho de exacto en el espacio;
pero, si la dicha, que, al fin, tiene un tamaño,
principia, ¡ay! por mi boca,

¿Quién me preguntará por mi palabra?
Al sentido instantáneo de la eternidad
corresponde este encuentro investido de hilo negro,
pero a tu despedida temporal,
tan sólo corresponde lo inmutable,
tu criatura, el alma, mi palabra.



La violencia de las horas

Todos han muerto.
Murió doña Antonia, la ronca,
que hacía pan barato en el burgo.
Murió el cura Santiago,
a quien placía le saludasen los jóvenes y las mozas,
respondiéndoles a todos, indistintamente:
"¡Buenos días, José! ¡Buenos días, María!"
Murió aquella joven rubia, Carlota,
dejando un hijito de meses,
que luego también murió, a los ocho días de la madre.
Murió mi tía Albina,
que solía cantar tiempos y modos de heredad,
en tanto cosía en los corredores,
para Isidora, la criada de oficio,
la honrosísima mujer.
Murió un viejo tuerto, su nombre no recuerdo,
pero dormía al sol de la mañana,
sentado ante la puerta del hojalatero de la esquina.
Murió Rayo, el perro de mi altura,
herido de un balazo de no se sabe quién.
Murió Lucas, mi cuñado en la paz de las cinturas,
de quien me acuerdo cuando llueve
y no hay nadie en mi experiencia.
Murió en mi revólver mi madre,
en mi puño mi hermana y mi hermano en mi víscera sangrienta,
los tres ligados por un género triste de tristeza,
en el mes de agosto de años sucesivos.
Murió el músico Méndez, alto y muy borracho,
que solfeaba en su clarinete tocatas melancólicas,
a cuyo articulado se dormían las gallinas de mi barrio,
mucho antes de que el sol se fuese.
Murió mi eternidad y estoy velándola.



Los dados eternos

Para Manuel González Prada,
esta emoción bravía y selecta, una de las que,
con más entusiasmo,
me ha aplaudido el gran maestro.


Dios mío, estoy llorando el ser que vivo;
me pesa haber tomádote tu pan;
pero este pobre barro pensativo
no es costra fermentada en tu costado:
¡tú no tienes Marías que se van!

Dios mío, si tú hubieras sido hombre,
hoy supieras ser Dios;
pero tú, que estuviste siempre bien,
no sientes nada de tu creación.
¡Y el hombre sí te sufre: el Dios es él!

Hoy que en mis ojos brujos hay candelas,
como en un condenado,
Dios mío, prenderás todas tus velas,
y jugaremos con el viejo dado...
Tal vez ¡oh jugador!
al dar la suerte del universo todo,
surgirán las ojeras de la Muerte,
como dos ases fúnebres de lodo.

Dios míos, y esta noche sorda, obscura,
ya no podrás jugar, porque la Tierra
es un dado roído y ya redondo
a fuerza de rodar a la aventura,
que no puede parar sino en un hueco,
en el hueco de inmensa sepultura.



Los heraldos negros

Hay golpes en la vida, tan fuertes...¡Yo no sé!

Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,
la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma... ¡Yo no sé!

Son pocos; pero son... Abren zanjas oscuras
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.
Serán tal vez los potros de bárbaros Atilas;
o lo heraldos negros que nos manda la Muerte.

Son las caídas hondas de los Cristos del alma,
de alguna fe adorable que el Destino blasfema.
Esos golpes sangrientos son las crepitaciones
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema.

Y el hombre... Pobre... ¡pobre! Vuelve los ojos, como
cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido
se empoza, como charco de culpa, en la mirada.

Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé!

jueves, 5 de marzo de 2009

Una muestra poética de Nelson Ordóñez


Memento Mori

Lo esperaron a la salida del cine.
Cuando apareció se le fueron encima;
Lo maniataron y
lo metieron en el baúl del carro.
El hombre imploró “no soy yo”.
Ellos respondieron que eso era ya
saberse alguien.
Cuando lo sacaron del baúl,
y lo vieron bien bajo la luz,
se dieron cuenta
Que no era la persona que buscaban,
Pero ya era demasiado tarde para rectificar.
Le prometieron una muerte indolora,
el imploró diciendo que daba lo mismo sufrir o no
Porque no quería morir;
Ellos se encogieron de hombros y le dijeron “vamos, hombre; más le duele a las
Mujeres cuando paren, de todas formas no sabés quien sos”.
El lloró y dijo “pero cometen un error…”
Uno de ellos no lo dejó terminar porque le clavó un puñal
en medio de los ojos con la naturalidad
Con la que se extiende la mano para coger un cigarrillo.
Cuando conducían de regreso, otro de los hombres preguntó al resto
si realmente no habían cometido un error y los demás
coincidieron, en mayor o menor grado, que la muerte
no conoce de verdades o mentiras


Empeño de una Noche


Me quedó hasta tarde por las noches
Para quitarle tiempo a los horarios.
Enciendo un cigarro y pienso
Que con esto cada día se hace más corto,
Pero olvido que por cortos que sean,
Mi tamaño apenas cabe en un sueño
Y mi sueño dice cada vez más y más:
Despierta, no camines por la vereda;
Usa un uniforme y olvida


Poetas del Grado Cero


Los poetas del grado cero decidieron un día
No escupir la mujer
Ni levantarle la pollera
Decidieron darle la espalda
E ir por pares similares
Travestis desvelados
Dudosos dichos de saltimbanqui
Plantaron la vida
La vida sucia que se da como escupitajo lenitivo
Para aguar el ojo de un ciego
Bajo su orbita decidí juntar nuevos versos
Hacer de cada día
El desperdicio de un poema
Algunos murieron jóvenes
Antes de terminar su primer poema
Otros decidimos durar un poco más
Y llegar a la frustración de un poemario
No faltó alguna que colgase de la catedral
Su bandera hecha de ropa prestada
O en el mejor de los casos, que siempre es el peor,
Robada.
El grado cero
Poetas felices al amanecer
Contando sus experiencias de muerte
Y lujuria con una mano de palo
Y poniendo en los versos
La prótesis de vida.


Vacío


Tal vez no me necesités
Plenitud en donde no se sabe
La diferencia entre pecho y corazón
Seguramente nunca me mirés
Media luna del espejo
Mujer premeditada al deseo
Aunque yo solo sea una concha
Sin perlas
Tan vacía que a tu oído sordo
Guarde todo el eco del océano
A vos te lo digo
Promediará el futuro un descanso
Donde mi vacío sea lleno
De la calidez confusa de tu cuerpo



Veladoras


Y hablo a solas sobre las estrellas del cielo,
Sin embargo estoy condenado a yacer en la tierra
Para dormir y saber de vos sólo en sueños.
Al despertar el cielo es un ojo ciego
En donde vuelan pájaros que nunca sueñan


Verdad


A la bella durmiente del bosque

Me da pena decir que amo.
Prefiero esconder el amor,
Hablar de ebriedad y
De pasos alejándose de un destino
que ojalá fuese en común,
Como una gran casa llena de manchas infantiles.
Me da pena confesar que amo.
Prefiero mentir diciendo que quiero y
apetezco;
Me confundo entre sabanas
De mujeres que luego olvido.
Prefiero demorar indiferencia
Cuando en verdad me quemo en puro hielo.
Ya soy un hombre viejo
y el amor es cosa triste
Como los besos que nunca me darás.


Pilato Nacido en los Años 70


La cara del mundo hecha para los rostros del espejo. Grandes relatos que van de uno a otro tratando de anticipar lo que simplemente esta ahí. Lo que subyace a sí mismo y se basta en sí. Las calles llenas de personas y los rostros con ojos entrecerrados frente a la pantalla del ordenador. La gran disección en la que nadie quiere mancharse las manos de sangre y mierda. Las palabras que nadie quiere sacar porque ya hay poco que nombrar. Los altares vacíos a los cuales ya no llega ni la tea o bota del profanador. Los reyes convertidos en nuevos becerros minimalistas dentro de frías oficinas antisépticas. Los cadáveres hechos para menester de una cámara.Argos, te veo y luego existes. Y queda la cara del mundo cuando se rompe el espejo.


Tiempo Roto


Hacia donde me lleve la mirada desconocida
Las calles semejan un carnaval
Al amanecer,
Y yo vuelvo los pasos
Al principio de todo,
Al momento en que el amor
No era ni certeza,
u oráculo;
Y mis afanes confundidos apenas
Despuntaban con leves sonrisas
De hombre contrariado o abandonado
por los presagios;
ahora
Precipito la copa que ya no puede
Mancillar nada porque está vacía,
Recojo las sobras de lo que fuiste:
Espejo quebrado con ternura,
improperio interrumpido por deseos;
Pagina blanca donde de feliz
Al despertar
Nunca apunté ningún sueño.


Infancia


De niño vivía
Criaba alimañas
Me embadurnaba con mi propio excremento
(Ni siquiera tenía entrecejo)
En esos días
La luz ajustaba a cada rincón
De niño corría
Y lo que necesitaba no cabía en la mano
Las piedras no hicieron falta
Y la sangre siempre estuvo dispuesta
Pero mis heridas apenas eran un parpadeo
Asumía un rol diferente cada día
Y la máscara era la misma
Todo lo pequeño estaba para ser aplastado
O apedreado
Y las risas no hacían falta
Ante tanta carne inútil
De niño eran mucho mejor las cosas

domingo, 1 de marzo de 2009

Brevesima selección de poetas de Francía.

Gauguín



ANTONIN ARTAUD


NOCHE

Los mostradores del cinc pasan por las cloacas,
la lluvia vuelve a ascender hasta la luna;
en la avenida una ventana
nos revela una mujer desnuda.

En los odres de las sábanas hinchadas
en los que respira la noche entera
el poeta siente que sus cabellos
crecen y se multiplican.

El rostro obtuso de los techos
contempla los cuerpos extendidos.
Entre el suelo y los pavimentos
la vida es una pitanza profunda.

Poeta, lo que te preocupa
nada tiene que ver con la luna;
la lluvia es fresca,
el vientre está bien.

Mira como se llenan los vasos
en los mostradores de la tierra
la vida está vacía,
la cabeza está lejos.

En alguna parte un poeta piensa.
No tenemos necesidad de la luna,
la cabeza es grande,
el mundo está atestado.

En cada aposento
el mundo tiembla,
la vida engendra algo
que asciende hacia los techos.

Un mazo de cartas flota en el aire
alrededor de los vasos;
humo de vinos, humo de vasos
y de las pipas de la tarde.

En el ángulo oblicuo de los techos
de todos los aposentos que tiemblan
se acumulan los humos marinos
de los sueños mal construidos.

Porque aquí se cuestiona la Vida
y el vientre del pensamiento;
las botellas chocan los cráneos
de la asamblea aérea.

El Verbo brota del sueño
como una flor o como un vaso
lleno de formas y de humos.

El vaso y el vientre chocan:
la vida es clara
en los cráneos vitrificados.

El areópago ardiente de los poetas
se congrega alrededor del tapete verde,
el vacío gira.

La vida pasa por el pensamiento
del poeta melenudo.


PAUL ÉLUARD


EL AVE FÉNIX

Soy el último en tu camino
la última primavera y última nieve
la última lucha para no morir.

Y henos aquí más abajo y más arriba que nunca.

De todo hay en nuestra hoguera
piñas de pino y sarmientos
y flores más fuertes que el agua...

Hay barro y rocío...

La llama bajo nuestro pie la llama nos corona.
A nuestros pies insectos pájaros hombres
van a escaparse

Los que vuelan van a posarse.

El cielo está claro, la tierra en sombra
pero el humo sube al cielo
el cielo ha perdido su fuego.

La llama quedó en la tierra.

La llama es el nimbo del corazón
y todas las ramas de la sangre
Canta nuestro mismo aire..

Disipa la niebla de nuestro invierno
hórrida y nocturna se encendió la pena,
floreció la ceniza en gozo y hermosura
volvemos la espalda al ocaso.

Todo es color de aurora.



CHARLES BAUDELAIRE


ME GUSTA RECORDAR ESAS DESNUDAS ÉPOCAS

Me gusta recordar esas desnudas épocas
En que placía a Febo las estatuas dorar ,
En tanto hombre y mujer, en su esplendor más alto,
Sin angustia gozaban y sin mentira alguna,
Y, el amoroso cielo envolviendo sus cuerpos,
La salud de su noble máquina ejercitaban.

Mostrábase Cibeles fértil y generosa,
No hallando que sus hijos fuesen gravosa carga;
Antes bien, loba henchida de ternezas comunes,
Nutría al universo con sus oscuras ubres.
Elegante y robusto, el hombre se preciaba
Entre bellezas múltiples que por rey le acataban.
Frutos aún no ultrajados y carentes de grietas,
¡Cuya bruñida pulpa incitaba al mordisco!
Hoy el Poeta, cuando pretende imaginar
Tal nativa grandeza y acude a los lugares
En que hombres y mujeres sin velos aparecen,
Siente envuelto su espíritu en tenebroso frío,
Ante ese negro cuadro que rebosa de espanto.
¡Oh monstruosidades llorando sus vestidos!
¡Oh ridículos torsos que son propios de máscaras!
Pobres cuerpos torcidos, fláccidos o ventrudos,
Que el Señor de lo útil, sereno e implacable,
Envolvió desde niños en pañales de bronce.
Y vosotras, mujeres, pálidas como cirios,
En quienes la lujuria se ceba, y esas vírgenes
Arrastrando la herencia de los maternos vicios
¡Y todos los horrores de la fecundidad!

Tenemos, ello es cierto, naciones corrompidas,
A los antiguos pueblos de ignorado esplendor:
Los rostros devorados por las llagas cordiales
Y algo que llamaríamos desmayadas bellezas;
Más esas invenciones de las musas tardías,
Jamás impedirán a las razas decrépitas
Rendir a las más jóvenes un profundo homenaje,
-A la juventud santa de simple y dulce frente,
De mirar claro y limpio como agua saltarina,
Y que marcha, inconsciente, por doquier esparciendo,
como el azul del cielo, las flores y los pájaros,
Sus perfumes, sus cánticos y sus suaves calores.


ANDRÉ BRETON


SUEÑO QUE TE VEO...

Sueño que te veo superpuesta indefinidamente a ti misma
Estás sentada sobre el alto taburete de coral
Delante de tu espejo siempre en su cuarto creciente
Dos dedos sobre el ala de agua del peine
Y al mismo tiempo
Regresas de un viaje te quedas la última en la gruta
Resumante de relámpagos
No me reconoces
Estás tendida en el lecho te despiertas o te duermes
Te despiertas donde te dormistes o en cualquier otra parte
Estás desnuda todavía rebota la bala de saúco
Mil balas de saúco murmuran sobre ti
Tan ligeras que en cada instante tú las ignoras
Tu aliento tu sangre salvados de la loca juglaría del aire
Atraviesas la calle los coches que sobre ti se lanzan no son
más que sombras
Y la misma
Niña
Presa en un fuelle de lentejuelas
Saltas a la comba
Bastante tiempo para que aparezca en lo alto de la escalera invisible
La única mariposa verde que frecuenta las cimas de Asia
Acaricio todo lo que fue tuyo
En todo lo que debe serlo aún
Oigo silbar melodiosamente
Tus brazos innumerables
Serpiente única en todos los árboles
Tus brazos en cuyo centro gira el cristal de la rosa de los vientos
Mi fuente viva de Sivas



AIMÉ CESAIRE


CUERPO PERDIDO

Yo que Krakatoa
yo que todo mejor que monzón
yo que a pecho descubierto
yo que carraspeo como un árgano viejo
yo que balo mejor que una cloaca
yo que fuera de gama
yo que Zambeze frenético o rombo o
caníbal
quisiera ser cada vez más humilde y más manso
siempre más grave sin vestigio ni vértigo
caer hasta perderme
en la viviente sémola de una tierra bien abierta
Fuera una neblina en lugar de atmósfera no
sería nada sucia
cada gota de agua conteniendo un sol
cuyo nombre idéntico para todas las cosas
sería el ENCUENTRO MAS TOTAL
de tal suerte que no se sabría a ciencia cierta
si cruza una estrella o una esperanza acaso
o un pétalo de flamboyán
o una retirada submarina
que las antorchas de las medusas aurelias frecuentan
Imagino que entonces la vida me bañaría por completo
mejor la sentiría palpándome o mordiéndome
tendido sentiría llegarme los olores al fin liberados
cual manos caritativas
que me atravesarían
para mecer largos cabellos
más largos que ese pasado que no puedo alcanzar.
Cosas apartaros, haced sitio
a mi reposo que alza en oleaje
mi cresta terrible de raíces fondeadoras
buscando dónde asirse
oh cosas, yo sondeo y sondeo
yo, el cargador, soy portarraíces
yo peso, fuerzo y arcaneo
y ombligueo
Ah, quien hacia los arpones me lleva
estoy muy débil
silbo, sí, silbo cosas muy antiguas
de serpientes de cosas cavernosas
Soy oro viento paz aquí
y contra mi hocico inestable y fresco
poso contra mi rostro corroído
tu frío rostro de risa descompuesta.
El viento, ay, lo escucharé aún
negro, negro, negro desde el fondo
del cielo inmemorial
un poco menos fuerte que hoy en día
pero demasiado fuerte sin embargo
y ese loco aullido de perros y caballos
que envía a nuestra persecución siempre cimarrona
mas a mi vez en el aire
me alzaré en un grito tan violento
que voy a salpicar al cielo entero
por mis ramas destrozadas
y por el chorro insolente de mi barril herido y solemne
ordenaré a las islas existir.


GUILLAUME APOLLINAIRE


EL CANTO DE AMOR


He aquí de qué está hecho el canto sinfónico del amor
Existe el canto del amor de antaño
El ruido de los besos apasionados de los amantes ilustres
Los gritos de amor de las mortales violadas por los dioses
Las virilidades de los héroes fabulosos erigidas como obuses
contra aviones
El aullido precioso de Jasón
El canto mortal del cisne

El himno victorioso que los primeros rayos del sol hicieron
cantar a Memnon el inmóvil
Existe el grito de las sabinas en el momento del rapto
Existen también los gritos de amor de los felinos en las junglas
El rumor sordo de las savias ascendiendo por las plantas
tropicales
El trueno de las artillerías que cumplen el terrible amor de
los pueblos
Las olas del mar en donde nace la vida y la belleza

Existe el canto de todo el amor del mundo


ARTHUR RIMBAUD



UN SUEÑO PARA EL INVIERNO


En el invierno, iremos en un pequeño vagón rosa
con cojines azules.
Estaremos bien.

Un nido de besos locos reposa
en cada rincón mullido.

Tú cerrarás los ojos, para no ver, tras el cristal,
gesticular a las sombras de la tarde,
esas monstruosidades malignas, populacho
de demonios negros y de lobos negros.

Entonces sentirás la mejilla arañada...
un pequeño beso, como una araña loca,
te correrá por el cuello...

Y tú me dirás: «¡Buscala!» inclinando la cabeza,
–Y nos tomaremos tiempo para encontrar a esa bestia
–que es muy viajera...


Mientras escribo

  Mientras escucho este playlist (194) Relaxing Soul Music ~ lets share music ~ Chill Soul Songs Playlist - YouTube Escribo sumergida en el ...