miércoles, 22 de diciembre de 2010

Poemas de Eugenio Montejo



Reseña biográfica

Poeta y ensayista venezolano nacido en Caracas en 1938. Su poesía se caracterizó por la rica gama textual y el gran dominio de las formas, constituyéndose en un gran representante de la poesía suramericana. Publicó, entre otros, los libros: "Elegos" en 1967, "Muerte y memoria" en 1972, "Algunas palabras" en 1977,
"Terredad"
en 1978, "Trópico absoluto" en 1982, "Alfabeto del mundo" en 1986 y "Chamario" en 2003. Es autor también de importantes ensayos, tales como, "La ventana oblicua" en 1974, "El taller blanco" en 1983, y "El cuaderno de Blas Coll" en 1981. Recibió importantes galardones por su obra literaria y le sirvió a su país en el campo diplomático como embajador en Lisboa durante varios años. Falleció en junio de 2008.


Adiós al siglo XX

a Alvaro Mutis

Cruzo la calle Marx, la calle Freud;
ando por una orilla de este siglo,
despacio, insomne, caviloso,
espía ad honorem de algún reino gótico,
recogiendo vocales caídas, pequeños guijarros
tatuados de rumor infinito.
La línea de Mondrian frente a mis ojos
va cortando la noche en sombras rectas
ahora que ya no cabe más soledad
en las paredes de vidrio.
Cruzo la calle Mao, la calle Stalin;
miro el instante donde muere un milenio
y otro despunta su terrestre dominio.
Mi siglo vertical y lleno de teorías...
Mi siglo con sus guerras, sus posguerras
y su tambor de Hitler allá lejos,
entre sangre y abismo.
Prosigo entre las piedras de los viejos suburbios
por un trago, por un poco de jazz,
contemplando los dioses que duermen disueltos
en el serrín de los bares,
mientras descifro sus nombres al paso
y sigo mi camino.

Canción

Cada cuerpo con su deseo
y el mar al frente.
Cada lecho con su naufragio
y los barcos al horizonte.

Estoy cantando la vieja canción
que no tiene palabras.
Cada cuerpo junto a otro cuerpo,
cada espejo temblando en la sombra
y las nubes errantes.

Estoy tocando la antigua guitarra
con que los amantes se duermen.
Cada ventana en sus helechos,
cada cuerpo desnudo en su noche
y el mar al fondo, inalcanzable.


Dura menos un hombre que una vela...

Dura menos un hombre que una vela
pero la tierra prefiere su lumbre
para seguir el paso de los astros.
Dura menos que un árbol,
que una piedra,
se anochece ante el viento más leve,
con un soplo se apaga.
Dura menos un pájaro,
que un pez fuera del agua,
casi no tiene tiempo de nacer,
da unas vueltas al sol y se borra
entre las sombras de las horas
hasta que sus huesos en el polvo
se mezclan con el viento,
y sin embargo, cuando parte
siempre deja la tierra más clara.

En el norte

Esta noche dimito de las sombras,
el Támesis regresa al mar del norte
con celajes de tren bajo la lluvia
y en sus raudos vagones
los viajeros sacan crucigramas.

Es la noche, resguárdate,
grita el reloj cerca del polo,
pero a esta hora mi país de ultramar
cruza el arco del sol
y se baten azules las palmas.

En cada muro en que me acodo
siento el vaivén errante de los barcos.
Entre estas islas y mi casa
caben todas las aguas por siglos de este río,
el gris invierno de paredes rectas,
los vientos que nos tornan monosilábicos
y quedan leguas que llenar para acercarse.

Mi corazón da tumbos en medio de la niebla,
no se ajusta a los polos,
busca el lugar donde la tierra gira más despacio.

Esta noche soy diurno frente al Támesis,
no voy a bordo en sus vagones,
sigo de pie con el silencio de una palma.
mi país de ultramar resplandece a lo lejos
y yo cuento sus horas
en relojes perdidos más allá del Atlántico.

Su ausencia es mi único equipaje.

domingo, 19 de diciembre de 2010

Algunos poemas del poemario La quinta esquina del cuadrilatero, de la poeta tica, Paola Valverde Alier














Foto: Karen Valladares


PRIMER ASALTO

Una vez me dijeron que el boxeo
era un deporte para varones.

Miré mis manos angelicales
mis uñas acrílicamente despreciables.
Pensé en los griegos
la lucha, el box
mis enemigos del colegio
y los tugurios del amor.
Una a una
las fui arrancando con mis dientes
las iba escupiendo por encima de los puentes
sin mirar en cuál sombrero
en cuál acera
en dónde caería
y perdería mi inocencia.

Días más tarde
desnudas y animales
las garras fueron convirtiéndose en puñales…


PERRA DE PAVLOV

Mi nombre de combate es Perra de Pavlov.
Seré campeona
cuando las peleas
dejen de estar arregladas
por el Destino.
En mis puños cerrados vive
una piedra,
abiertos
una mariposa.
Vuelan de cualquier manera.
Comprende,
no te puedo amar.


PROTECTOR BUCAL

Es mejor que te calles Billy
no sueñes con ser Don King.
Siempre me dejas el perfume
a jabón contra las pulgas,
y esta cadena
que me ahorca al huir.
Sin boletos
sin avión/ sin recompensa
sin pagarme la dieta
y el desgaste en la pelea.

Aún resiento mi primera caída.

No perdono si me tumban,
no te perdono.


GANCHO

Cuélgame a la par del saco
y lanza un gancho
que reviente los dientes
de la hora en que te conocí.
Quítame el abrigo
la capucha/ los anteojos
las manos de encima
los orgasmos y las risas.
Mi buena memoria para retener poemas.
Quítame las piernas cuando hurguemos otros cuerpos
arráncame lo cursi
la grasa de los platos.
Quítame el deseo de escuchar a Sabina,
que no se note
que no digan que aún sigo enamorada
que se engañen
que me piensen santa
que no pregunten más por ti.
Y si derribas la carga
evades impuestos
y extingues los malos pensamientos,
regrésame de vez en cuando a las películas
con un “stop” para alguna batalla
y acabemos a medias
sin tenernos que acabar
que de no ser por tu cuarto hoy serías un fantasma.

jueves, 9 de diciembre de 2010

LUZ, CÁMARA, UPPERCUT: LA QUINTA ESQUINA DEL CUADRILÁTERO





Por Dennis Ávila


DE LA QUINTA ESQUINA DEL CUADRILÁTERO



Antes de la pelea, el amor amenaza con tocarla y le quema las manos con un contrato. El boxeo le golpea los guantes y como no hay historia que pueda ganarse en el escenario de las negociaciones, se sube al deporte de los poemas, donde ella, al principio como toda inocencia, es la que besa la lona y no la que pone las cuerdas del cuadrilátero.
La batalla la conduce a caer varias veces, pero ni los comienzos ni los finales son definitivos cuando hay apuestas de por medio y réferis que atrasan los versos de una buena pegada. Lo demás, palmadas en la espalda, escupitajos en los baldes y la otra mejilla como saco de arena.
Está guapa la chica que lleva el cartel, muy ronca la voz del réferi, duros los primeros jabs que derraman su sangre en el primer round. Ella se limpia las lágrimas y su sparring no tiraría la toalla por tantos ataques. Aunque sólo ella sabe lo duro que fue recibir la estatura de tantos golpes bajos. Lo cierto es que el cuadrilátero tiene caliente la sopa. Las miradas de los espectadores invaden la lona como circo romano. La furia estudia de puntillas la noche y los destellos de las cámaras parecen estrellas que mueren a la velocidad del segundo. Perra de Pavlov debuta y su belleza no entiende las leyes perdidas de la guerra. Son los escenarios donde el destino agudiza la mirada. Sus uñas cortas por debajo de los guantes se convierten en puñales. Si la alegría explotara y ganara una oscura sensación de perderse, dejaría la tristeza en el suelo.
Esto es demasiado emocionante. Más bien una autopsia es el segundo round para los que no creían en ella. Las luces tienen cara de asombro, la película exige una oportunidad para rebobinarse antes del gran gancho contra Billy Gallardo. El instante que habita donde no cabe una pregunta, sólo un pómulo izquierdo que debe dolerle en la barbilla. Dos costillas rotas en el fondo son las manchas rojas de los nudillos de la Perra en la pared.
Son cuatro las paredes, los puntos cardinales, las extremidades y las llantas de un carro convencional. El número exacto que nada parece deber a otros números. Aquí habita todo el equilibrio. Ni pasados ni futuros en esta infinidad de la avenida del desamor. El cuarto es una lona con el cuarto round en la cabeza. Las cuatro esquinas del cuadrilátero son cinco.
Siempre hay un gancho que valdrá la pena en la quinta esquina. Perra de Pavlov parece regresar a la pelea con varias caídas en juego y un guión en la mano donde no se acepta creer. Sabe que fue duro amar como aman los que recogen la basura para aumentar su salario con migajas...
Conozco este libro desde su primera caída hacia todas sus remontadas. Lo he visto escribirse durante varios años y sé que tiene en las venas un licor muy añejo y unas ganas inmensas de golpear también a los lectores con la belleza de sus poemas. En ellos habita la mujer impar, la Perra de Pavlov que ama sin perder el norte del boxeo. Cuando nadie la ve, sabe aplicar los codos y tiene esa necesidad enferma de querer tocar todo hasta en las fotografías. Se llama Paola Valverde Alier la poeta. Este no es su primer round ni su último libro. La delicadeza de su fuerza no evade la inteligencia de sus verdades. Me convence tanto su manera de mover las piernas. Todos sus poemas son látigos que nacen descalzos hacia una redención de una poética que rompe las cuerdas del juego.
Qué mujer, su poesía gana por nocaut.




Paola Valverde, nos compartió su propuesta performática La quinta esquina del cuadrilátero el martés 8, en el restaurante, LOBO ESTEPERARIO, en San José de Costa Rica.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Delegación de escritores hondureños, donan 17 libros, a la biblioteca de Coronado Costa Rica

La delegación de escrirores hondureños Jorge Martínez Mejía y Karen Valladares, poetas del Grado Cero que representan a Honduras en el Primer Festival Latinoamericano de Poesía en Costa Rica, hicieron la entrega de una colección de diez y siete títulos literarios de la nueva producción hondureña, a las autoridades del cantón Vásquez de Coronado en Costa Rica. Ante los representantes de Vásquez de Coronado: Leonardo Herrera, Alcalde Municipal, Gustavo Arguedas, Alcalde Interino y Óscar Sánchez, Gerente Administrativo, los poetas hondureños expusieron su interés en abrir en la Biblioteca del Cantón una Colección Hondureña de Literatura. Los ediles agradecieron el gesto del pueblo hondureño y se comprometieron a brindar un espacio especial a la colección recibida. La administración municipal que encabeza el señor Leonardo Herrera acaba de ser reelecta para un periodo de 6 años y entre sus proyectos en ejecución se encuentra la construcción del edificio de la Biblioteca Municipal, espacio que ya cuenta con una importante dotación bibliográfica. El señor alcalde Interino, Gustavo Arguedas hizo entrega de cortesía de la Historia del Cantón Vásquez de Coronado, libro creado en conmemoración del Centenario del Cantón, 1910-2010. El Gerente Administrativo, señor Óscar Sánchez, mencionó el compromiso e interés del municipio en ampliar el presupuesto de la Dirección Persona Joven para fortalecer los intercambios culturales con el pueblo de Honduras. Diego Mora, poeta coronadeño y presidente de Persona Joven sirvió como testigo del acontecimiento.


Mientras escribo

  Mientras escucho este playlist (194) Relaxing Soul Music ~ lets share music ~ Chill Soul Songs Playlist - YouTube Escribo sumergida en el ...