viernes, 28 de septiembre de 2012
sábado, 15 de septiembre de 2012
Bendiga Dios la prodiga tierra en que nací
¡Bendiga Dios la prodiga tierra en que nací! Fecunden el sol y las lluvias sus campos labrantíos; florezcan sus industrias y todas sus riquezas esplendan bajo su cielo de zafiro. Mi corazón y mi pensamiento, en una sola voluntad, exaltarán su nombre, en un constante esfuerzo por su cultura. -La Oración del Hondureño- Froylan Turcios.
jueves, 13 de septiembre de 2012
Sexo sin amor (Sharon Olds)
¿Cómo hacen, los que tienen sexo
sin amor? Imperturbables como bailarines,
deslizándose el uno sobre el otro, como patinadores
sobre hielo, los dedos enlazados,
uno dentro del otro, las caras
rojas como un bife o como el vino, húmedos como
bebés recién nacidos cuyas madres
piensan abandonar. ¿Cómo es que acaban
Dios cómo es que acaban
por llegar a las aguas tranquilas, sin amar
al que hizo el recorrido junto a ellos, mientras que poco a poco
subía la temperatura, y un vapor emanaba
de sus pieles? Yo creo que ellos son
los religiosos de verdad, los puristas, los profesionales,
los que se negarían a creer
en un falso Mesías, o a amar al sacerdote
en vez de al Dios. Jamás confundirían
a quien tienen al lado con la fuente de su propio placer.
Son como los mejores corredores: saben que están a solas
con el camino y sus características,
con el frío y el viento, las particularidades
del calzado, su condición cardíaca: variables, nada más,
como el otro en la cama; no su verdad, que es
el cuerpo aislado, solo en el universo,
tratando de batir su propio récord.
sin amor? Imperturbables como bailarines,
deslizándose el uno sobre el otro, como patinadores
sobre hielo, los dedos enlazados,
uno dentro del otro, las caras
rojas como un bife o como el vino, húmedos como
bebés recién nacidos cuyas madres
piensan abandonar. ¿Cómo es que acaban
Dios cómo es que acaban
por llegar a las aguas tranquilas, sin amar
al que hizo el recorrido junto a ellos, mientras que poco a poco
subía la temperatura, y un vapor emanaba
de sus pieles? Yo creo que ellos son
los religiosos de verdad, los puristas, los profesionales,
los que se negarían a creer
en un falso Mesías, o a amar al sacerdote
en vez de al Dios. Jamás confundirían
a quien tienen al lado con la fuente de su propio placer.
Son como los mejores corredores: saben que están a solas
con el camino y sus características,
con el frío y el viento, las particularidades
del calzado, su condición cardíaca: variables, nada más,
como el otro en la cama; no su verdad, que es
el cuerpo aislado, solo en el universo,
tratando de batir su propio récord.
miércoles, 12 de septiembre de 2012
jueves, 6 de septiembre de 2012
Juro.
Confirmo que existo,
que muero cada vez que cierro los ojos.
Cada vez que ascelero el pulso
cada vez al cruzar las piernas.
Confirmo que existo
y no necesariamente cuando todo es azul,
cuando todo es blanco como la nieve o como la harina.
Cuando tenemos la terriblemente necesidad de olvidar.
Olvidar cualquier cosa, pero olvidar.
Este día es un remolino,
una montaña rusa que sube y baja mareándonos los recuerdos.
El sol estalla silencioso en esta ciudad ortodonsa.
Los sueños caen como piedras al agua.
Confirmo que existo, cuando escucho el llamado tierno de Alexandré;
cuando me estreza el bullicio de las cigarras en temporadas de lluvias.
Cuando abro los ojos y te veo, dulce o amargamente pero te veo.
Y digo: Aquí esta lo que me pertenece.
No dudo de nadie, ni de mi.
No dudo, juro por Dios que no dudo de mi existencia
aun cuando tiemblo en las alturas; aun cuando me estremece la soledad
juro por Dios que no dudo de mi existencia, ni siquiera
cuando esta casa sola, me llueve por dentro.
© Karen Valladares
que muero cada vez que cierro los ojos.
Cada vez que ascelero el pulso
cada vez al cruzar las piernas.
Confirmo que existo
y no necesariamente cuando todo es azul,
cuando todo es blanco como la nieve o como la harina.
Cuando tenemos la terriblemente necesidad de olvidar.
Olvidar cualquier cosa, pero olvidar.
Este día es un remolino,
una montaña rusa que sube y baja mareándonos los recuerdos.
El sol estalla silencioso en esta ciudad ortodonsa.
Los sueños caen como piedras al agua.
Confirmo que existo, cuando escucho el llamado tierno de Alexandré;
cuando me estreza el bullicio de las cigarras en temporadas de lluvias.
Cuando abro los ojos y te veo, dulce o amargamente pero te veo.
Y digo: Aquí esta lo que me pertenece.
No dudo de nadie, ni de mi.
No dudo, juro por Dios que no dudo de mi existencia
aun cuando tiemblo en las alturas; aun cuando me estremece la soledad
juro por Dios que no dudo de mi existencia, ni siquiera
cuando esta casa sola, me llueve por dentro.
© Karen Valladares
lunes, 3 de septiembre de 2012
Programa del XX Festival Internacional de Poesia, Rosario Argentina, 2012
sábado, 1 de septiembre de 2012
Virus
Este virus, este virus que invade mi cuerpo, este virus que tambien invade mi casa, mis ojos, los tuyos.
Las paredes húmedas, la lejanía, la soledad, el sueño de Borges, y los angeles de Pizarnick. Esta locura, este cuerpo encorvado, oscuro, flaco; este virus, que me hace cerrar los ojos y los puños y de nuevo el cuerpo, de nuevo los sueños, de nuevo la poesía enferma; carcomida, podrida, apestosa, simple, descuajada. Moribunda, si, moribunda, agonizante, ahora se ve como un bicho raro, como una cucaracha, como un bicho cualquiera simple de aplastar con la suela del zapato. Eso es la poesía, un pinche bicho raro, una enfermedad terminal.
Texto de Karen Valladares
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
Mientras escribo
Mientras escucho este playlist (194) Relaxing Soul Music ~ lets share music ~ Chill Soul Songs Playlist - YouTube Escribo sumergida en el ...
-
CANCIÓN DE AMOR DEL PRINCIPE MAGARI Recorriendo en vano la tierra de las ocho islas he buscado sin frutos una esposa. Cuando en Kasuga, y ba...
-
Mientras escucho este playlist (194) Relaxing Soul Music ~ lets share music ~ Chill Soul Songs Playlist - YouTube Escribo sumergida en el ...
-
Te invitamos a ser parte del cìrculo de lectura virtual. Te compartimos el siguiente enlace. https://chat.whatsapp.com/GSEOncXrRJv872kKNOGjWq