“Concédeme esos cielos,
esos mundos dormidos, el peso del silencio, ese arco, ese abandono,
enciéndeme
las manos, ahóndame la vida con la dádiva dulce que te pido”
Idea Vilariño
Dame la hoja
caída del árbol
El silencio
póstumo de las cigarras después de la lluvia
La neblina
de una madrugada de invierno
El ardor del
sol en pleno mediodía
El litoral
del horizonte más lejano
El ritual de las palomillas debajo de una
lámpara
Las manos
cruzadas como símbolo de espera
El temblor
del parpado como único misterio
La lluvia no
importa en este preciso momento.
Dame:
La brevedad
de la caricia ante un cuerpo desnudo imaginado.
El orgasmo
partido en pedazos
el sabor de
unos labios insípidos
lo agridulce
de una espera
la tarde que
sorprende a veces con algún color raro en el cielo.
Dame la
silaba que falta en la palabra
El latir de
la bestia
El corazón
roto de una mujer despechada.
El llanto,
el rostro humedecido, el labio tembloroso.
La página
arrugada
El remedio
casero para el olvido.
©Karen Valladares.
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