Fotografìa: Karen Valladares
Concierto
en Sol Mayor para Poesía y Orquesta
¡Silencio!
Quiero
hacerte el amor
en
una clave de sol,
extraer
de tu figura
un
contrapunto de arpegios a granel.
Curvear
tu talle
oprimir tus líneas
despertar
juntos en una partitura.
Trasladarte
de tonalidad con la caricia
de
un violonchelo;
sin
barras dobles,
penetrando
en el centro
de tu eje astral,
ensortijando
la
armadura de tu abdomen.
Estremecerte
con la minúscula alteración
de
un gemido SOStenido.
Agitarte
hasta
rasgar
las cuerdas del allegro de una guitarra,
vibrar
entre trémulos y trinos
(temblorosos
trinos tiritantes).
Lastimarte
con un s–ta- ca–to
enloquecerte
con un crescendo
colapsar
en la cadencia de un beso…
¡Shhh!
Te
cubriré con una melodía.
Tarde
"Soy hombre:
duro poco
y es enorme la
noche"
Octavio Paz
Vine
tarde a mí misma.
Las
estrellas
habían
colisionado
desde
el principio
del
verbo.
Llevo
a cuestas
demasiadas
ventanas
sin
lugar para ninguna puerta.
Mi
angustia no es el abismo
–
agujero negro,
vía
láctea de mi pecho –
son
los pináculos
atravesados
en mis manos.
Algún
día he de soltarme
de
este cilicio,
esta
cobardía
que
me ata los tobillos.
Mientras
tanto
veo
las horas irrevocables
en
el paso del gemido,
mi
verdugo camuflado
en
las caricias de la dicha,
el
flagelo de tu boca
en
el frenesí de la poesía.
Fronteras
¿Qué
sentido tienen las distancias?
la
conminución de mis huesos
siguen
germinando en las fronteras.
Parece
que mi vida
es
esta zona indefinida;
fragmentos
del origen del tiempo,
átomos
de luz,
pedazos
de Dios,
bordean
mi destino.
En
el fruto del amanecer
tal
vez está el delirio.
Te
hice mío en un sueño,
atisbé
tu anatómico vuelo
cuando
tus alas rozaron
el
anquilosado verso.
Si
pudiera verme en tus pupilas
sostenida,
olvidar
el bemol del equipaje,
lastre
hecho canción.
¿Acaso
no es eso
la
vida,
un
puñado de tierra
dividida
que
busca
unir
sus pedazos?
Prelude
Abre
la boca
llena
de eufemismos
como
un sol sumergido
y
cae del fondo de los
labios
una
bomba
inerte
esquiva
al paladar del sentido
una
bomba
de
verdad
y
muerte.
No
se detona aún
y
parece que el poeta
no
quiere correr
con
esa suerte
embalada
de verdad
contagiada
de muerte
puesta
en nuestras manos
puesta
en nuestra mirada
latente.
Parece
que el poeta
no
se atreve
a
deshojar el destino
a
mutilar la suerte
y
la verdad es una invitada
escurridiza
que
cuando por fin aparece
descarnada
sus
suaves dedos
son
esquirlas
dilatadas
en
nuestras manos
en
nuestra mirada
conmovida.
Llora
el poeta
porque
a veces
y
solo a veces
la
verdad trae consigo
un
poco
de
su propia muerte.
Venus
Ixchel Mejía
Tegucigalpa,
Honduras. Poeta, editora, gestora cultural, cantautora y docente.
Cofundadora de la Editorial Ixchel en 2012. Maestra de Educación
Musical, Escuela Nacional de Música, 1997. Licenciada en Letras,
UNAH, 2006. Ha participado en festivales de poesía en México, El
Salvador y Guatemala; además de otros encuentros literarios y
culturales a nivel nacional en las ciudades de Tegucigalpa,
Olanchito, El Progreso, Comayagua, Gracias, Siguatepeque, San Nicolás
y San Marcos de Ocotepeque. Fue productora y conductora del programa
radial cultural-literario “Molinos de Viento”, Radio Nacional de
Honduras. Ha impartido talleres literarios en Tegucigalpa en el
proyecto “Barrio Lindo” y en San Nicolás, Santa Bárbara en el
marco de la II feria del libro, 2014.
Publicaciones:
Ad Líbitum, libro de poesía. Editorial Ixchel, 2012. Antologías
poéticas: Lírica de Vida. Signum Editors, 2012. Soles de Media
Noche: Antología del II encuentro de mujeres poetas en la cuenca del
Papaloapan, México, 2014, Antología Voces de la ANDEH, 2014.
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