
De pensar que todo es hermoso
que todo florece
que la muerte y el fin del mundo no existe
Que no estoy sola
que no tengo marcas en la piel
a las que me recuerda mi infancia.
No, no es cuestión de pensar
que la vida apesta;
que esta podrida vida realmente apesta,
que nada vale la miserable pena,
Que no me importan mis enfermedades
ni el cáncer de mis letras,
ni la parodía moribunda de mis pesadillas.
Ni los animales escapando de casa.
Que realmente no importa nada.
Nada duele,
nada atormenta,
nada quita el sueño a las 3 de la madrugada
nada te quita el terrible dolor de cabeza por no pensar
o por pensar demasiado.
Esta mañana enferma,
la tarde enfermara,
todo se vuelve una transparente,
todo se vuelve insípido,
nada es eterno,
nada,
nada es eterno repito,
y lo digo sin miedo,
la poesía es esta enfermedad,
de despertarnos a diario y pensar que todas las cosas,
tienen un olor amargo,
algo que no pasa rapidamente por la garganta,
algo que se pudre dentro de nosotros.
©Karen Valladares
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