Fotografía: Yigal Ozeri
Amanezco
Amanezco, y no precisamente en la mañana.
Abro los ojos, y caminan lento buscando quién sabe qué cosa.
Aquí las horas tempranas envuelven por completo la casa.
Sigue latiendo algo dentro de mí,
y mi cuerpo tendido en la cama,
pensando en todo;
pensando con los ojos abiertos,
con las manos abiertas,
con el corazón abierto como flor,
con las palabras abiertas, pero mudas.
Con los pájaros nocturnos yéndose a su nido
y no a mi techo
y no a mis árboles
y no a mi patio trasero
y no a colgarse a los balcones
y cantar cualquier cosa que se les ocurra.
Amanezco y no precisamente en la mañana.
No precisamente en la tarde;
no precisamente en la madrugada.
Aquí el tiempo se diseca,
se vuelve otro,
se reinventa,
renace,
huye,
y vuelve cada vez que quiere.
Amanezco,
y no precisamente en las jornadas correctas del tiempo.
y no precisamente en las jornadas correctas del tiempo.
Tomado Ciudad Inversa
2 comentarios:
Qué hermoso poema, Karen, buen ojo.
Un abrazo
Gracias Fabricio. Un abrazo enorme pa vos.
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