Gaby Chávez, Comayagua Comayagua, 1993. Gestora cultural, mùsico, estudiante de la carrera de medicina, poeta, miembro fundador del Movimiento literario Lienzo Breve.
Tengo miedo de dejar de respirar –
primero el dolor en el
cuerpo
asfixia y luego
la Muerte.
Allen Ginsberg
Decir o no decir las cosas, respirar, pensar en la muerte como única alternativa, pensar en la distancia, pensar en Fa mayor, en Re sostenido, en algún jazz que comienza a sonar triste en alguna flauta o en algún violín terriblemente solitario. Pero nada de eso importa, nada de eso afecta el olfato de alguien que no le teme a la soledad. Pensar en un verso triste, cantar con algún colega. Gritar sin pena y sin verguenza Puedo escribir los versos más tristes esta noche...Aquí entonces, algunos versos que duelen y que sangran sin miedo.
Foto: Marcio Suazo
A
Fabio Castillo
Cómo
gasto papel en recordarte,
cómo me haces hablar en el
silencio.
Silvio
Rodríguez
La
tarde se encoge, te pienso
llegan
a mis manos
tus
ojos sonrientes
y
el registro en Fa de tu voz.
Se
adhieren a mis dedos
tus
risas estentóreas,
tu
mano que se alza
al
asomo de la poesía por tus labios,
La
llorona que me cantabas al conducir
y
el suspiro de mis oídos al escucharte.
Me
habita tu historia de infancia
tras
el piano, los boleros;
y
la nostalgia de tu voz al relatarla…
Llegan
a mi mente
los
días sin vos
cuando
la poesía se ocultaba
-y moría-
Todo
me invade:
un
Tíbet, una vida canina,
tus
Apuntes sobre el Oriente,
el
jazz, el metal,
Silvio
y su Óleo de mujer con sombrero,
la
caja roja con tabaco francés,
y
tu voz entrecortada
leyendo
mi erotismo…
Todo
me invade
en
la nimiedad de este día,
me
invadís vos
te
adueñás de mis manos
y
te convertís en el poema
que
ultrajó mi silencio.
Gabriela
Chávez (10/02/2014)
HOY
DECIDO EXTRAÑARTE
no
quiero hacer lo versátil
ni
huir de la nostalgia
me
quedaré en la sombra
en
Chopin y su tristesse
en
la pluma que delinea tu efigie
con
versos cantábiles
y
tinta llorosa.
Buscaré
pentagramas
para
plasmar el “dumtaf” de tu palpitar
en
clave de Fa
y
la melodía de nuestras anastomosis
en
clave de Sol,
serás
la sinfonía en La menor
para
mis noches;
estarás
allí
te
ejecutaré hasta saciarme.
Hoy
decido extrañarte
sientiendo
a mis entrañas
gritar
tu nombre
y
arañar las paredes de mi vientre,
reclaman
de tu riego,
se
secan;
se
marchitan las flores de tu entrada
ansían
la humedad de tu presencia
Hoy,
decido extrañarte
habitar
la ausencia
que
exige
tu
llegada.
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