viernes, 30 de abril de 2010

Un libro de Horacio Castellanos Moya.


La novela Insensatez (2004) de Horacio Castellanos Moya se orienta en sucesos históricos documentados de la historia reciente de Guatemala y trata de las consecuencias de las masacres a la población indígena durante la guerra civil vivida en ese país durante 36 años

El protagonista, un periodista extranjero, recibe como encargo de la iglesia católica la revisión de un extenso informe sobre el genocidio indígena en Guatemala. La novela describe las circunstancias del trabajo del periodista y cómo la vida del mismo se ve afectada durante los trabajos de revisión y edición del mencionado informe.

La novela es un monólogo homodiegético del protagonista. La trama se desarrolla hacia finales de los años noventa. En esta novela, el autor vincula el nacimiento del informe con los acontecimientos de la vida del protagonista. Al protagonista, que carece de nombre, le atormentan especialmente las crueldades de los sucesos que testimonian los indígenas. El las describe muchas veces de manera detallada, mientras que en otras ocasiones deja hablar a los testimonios por sí mismos, los transcribe para el lector, y en este proceso se van mezclando sus sentimientos y apreciaciones.

Por medio de esta descripción detallada, los lectores de la novela se ven confrontados directamente con las declaraciones de los testigos y sobrevivientes de las masacres. Así, el lenguaje mismo se convierte en un objeto de la novela. En opinión de Castellanos Moya los testimonios auténticos se filtran en la ficción literaria antes de que lleguen al lector. Paradigmáticamente, el título de la novela da una indicación del estado mental del protagonista y también de la sociedad después del genocidio.

Insensatez es un testimonio literario de los acontecimientos de la historia reciente en Guatemala. El informe del protagonista tiene una función política importante. El divulga algo que antes fue solamente accesible para algunos pocos lectores y ciudadanos interesados. Por eso Insensatez es una novela con sustancia política. La descripción de la sociedad de Guatemala, cuyo nombre no es mencionada, también cabe para otros países, no solamente de Centroamérica, sino para todos los países que después de una guerra civil o de un genocidio tienen la responsabilidad de preocuparse por y de recuperarse de estas experiencias traumáticas. Por eso no es necesario dar nombre ni al país, ni a la ciudad, ni al narrador. Sus nombres son menos importantes que los de los culpables y así una frase clave de la novela que se encuentra repetida varias veces en la narración nos dice: “¡Todos sabemos quiénes son los asesinos!”

1 comentario:

Carlos dijo...

Interesante el post e igual tu lectura de Castellanos Moya. Lo he leído bastante y según recuerdo su literatura es muy política. Recuerdo ahora "El arma en el hombre" sobre la vida de un soldado tras el fin de la guerra y "Desmoronamiento" en cuyo fondo transcurre la guerra del fútbol. "La diáspora" no he podido leerla pero creo que allí puede verse un poco la crisis de la guerrilla salvadoreña en los 80 y si mal no estoy se refiere a Salvador Cayetano Carpio y a Mélida Anaya Montes. Cambiando de país pero no de tema, en el libro de cuentos de Marco Antonio Flores "La siguamonta" recuerdo algunos cuentos de campesinos guatemaltecos cruzando la frontera y refugiándose en México. Un cordial saludo desde Bogotá.

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