La casa tiene una herida.
Afuera apenas el bullicio de los niños.
Está tarde huele a lilas.
Algo me ha traído el sabor de tus besos
Lloro, lloro hasta enloquecer.
Afuera apenas el bullicio de los niños.
Está tarde huele a lilas.
Algo me ha traído el sabor de tus besos
Lloro, lloro hasta enloquecer.
Duele esta tarde,
y no puedo hacer nada
ni siquiera fingir que hoy he muerto.
y no puedo hacer nada
ni siquiera fingir que hoy he muerto.
Tomado del poemario: Ninguna tarde azul
Karen Valladares
3 comentarios:
Es precioso =) Me encanta *.*
Como cuando la tristeza muerde tanto con vehemencia de perro famélico
Exacto Jairo.
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