_
Como si sólo en otros lugares se agitaran los mares
y desgarraran las orillas de los horizontes
WISLAWA SZYMBORSKA
No me pondré a llorar ahora.
A descuartizar las horas, para que el tiempo no se aproxime a mi soledad.
Mi corazón: sonaja, balbuceo, canción triste, chispa de lluvia.
Canción desafinada, trozo de papel arrugado.
Niño abandonado, vidrio roto,
sangre desparramándose de la herida.
Soledad, otra vez la soledad,
llanto, gritos enfurecidos.
Yo no sabré decir otra vez tu nombre.
Otra vez la soledad cuando lo digo,
Mi cuerpo desnudo, temblando, fingiendo ser feliz, pero solo.
A quién le importa la soledad en este momento.
No me pondré a llorar ahora,
ni desamarrare el grito que raspa la garganta.
Tu nombre me asfixia me mutila las cuerdas vocales. Cada vez que la pronuncio.
Entonces hago silencio.
A descuartizar las horas, para que el tiempo no se aproxime a mi soledad.
Mi corazón: sonaja, balbuceo, canción triste, chispa de lluvia.
Canción desafinada, trozo de papel arrugado.
Niño abandonado, vidrio roto,
sangre desparramándose de la herida.
Soledad, otra vez la soledad,
llanto, gritos enfurecidos.
Yo no sabré decir otra vez tu nombre.
Otra vez la soledad cuando lo digo,
Mi cuerpo desnudo, temblando, fingiendo ser feliz, pero solo.
A quién le importa la soledad en este momento.
No me pondré a llorar ahora,
ni desamarrare el grito que raspa la garganta.
Tu nombre me asfixia me mutila las cuerdas vocales. Cada vez que la pronuncio.
Entonces hago silencio.
Karen Valladares, TOMADO DEL LIBRO DECIR TU NOMBRE.
No hay comentarios:
Publicar un comentario