Déjame volver
A: Fabio.
Déjame volver a los días huérfanos de luz,
a la tiniebla de mi cuarto solo,
a la soledad de junio,
a la circunferencia del pensamiento abandonado.
al canto de las cigarras antes de la lluvia
y a romper los aguaceros al invierno.
A mis días de cuerpo desnudo y voz templada.
A pronunciar tu nombre entre dientes.
Porque ahora me consumo en tu maldita manera de decir las cosas,
en tu silencio pulcro, eterno.
Y no es que mi corazón sea una sala de espera.
Déjame ser sublime o tenaz.
Déjame avanzar en mi locura.
Déjame ser la que nunca o la que siempre fui.
Déjame volver a mi antojo.
Déjame lanzarme a tu silencio y romperme en el peor de los gritos.
a la tiniebla de mi cuarto solo,
a la soledad de junio,
a la circunferencia del pensamiento abandonado.
al canto de las cigarras antes de la lluvia
y a romper los aguaceros al invierno.
A mis días de cuerpo desnudo y voz templada.
A pronunciar tu nombre entre dientes.
Porque ahora me consumo en tu maldita manera de decir las cosas,
en tu silencio pulcro, eterno.
Y no es que mi corazón sea una sala de espera.
Déjame ser sublime o tenaz.
Déjame avanzar en mi locura.
Déjame ser la que nunca o la que siempre fui.
Déjame volver a mi antojo.
Déjame lanzarme a tu silencio y romperme en el peor de los gritos.
©Karen Valladares
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